reflexión

Noches con alma

La cultura es la huella de la condición humana en la realidad

La cultura es la huella de la condición humana en la realidad. Nunca seremos suficientemente agra-decidos con esta herencia de las generaciones pasadas que nos han dejado un mundo humanizado. Las edificaciones, la literatura, los medios de comunicación, las costumbres y creencias, las mani-festaciones estéticas y los avances científicos y tecnológicos son manifestaciones de la cultura. Es un don del que somos herederos.

Pero hay una cultura que genera encuentro, fraternidad, bien común, que hace mas humano al ser humano. Y, desgraciadamente, hay una cultura de muerte y desencuentro, de rechazo, individualista y del descarte del otro que no es como yo ni piensa como yo. Hay una cultura sin alma.

En esta columna quiero dar la bienvenida a esta iniciativa cultural de encuentro: Noches con Alma. Hace falta convertir la noche en mediodía dejando que la cultura del encuentro se haga presente en el respeto y la acogida, donde cada cual ofrezca lo grande que lleva dentro y enriquezca al otro con ello. Acoger lo diferente, mirarlo como lo que es: otro ser humano.

Los organizadores de esta iniciativa, recientemente estrenada en La Laguna, dicen que “llega para quedarse”. Me gusta esta idea. Porque, sinceramente, estamos saciado de eventos puntuales. Se necesitan espacios permanente para compartir la cultura, para encontrarnos en la cultura, para con-vertirla en espacio común de riqueza y construcción.

Una noche puede cambiar nuestra vida. Porque en una noche se puede producir un encuentro que transforme la existencia. Un encuentro que dé una nueva orientación a la existencia. Pueden existir noches con alma. Noches que sean animadas por el deseo del encuentro: encuentros en la cultura, encuentros en el hombre, encuentros con lo bello y verdadero que hay en todos los seres humano, en sus avances en los caminos del pensamiento y la cultura.

Bienvenidas las Noches con Alma.

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