Anaranjamiento (y 3)

No ganarán las autonómicas. No presidirán cabildos y salvo pactos extravagantes tampoco ocuparán alcaldías. Está por ver que la buena ola de Ciudadanos llegue a la orilla electoral manteniendo la fuerza y altura de estas semanas o meses. Queda mucho calendario por recorrer, y todos, especialmente el PP, van a combatir a Rivera por tierra, mar o aire -y por el subsuelo, ojo-. Ahora bien, parece bastante probable que Ciudadanos crezca regional, insular y municipalmente; y no, no resulta descabellado barruntar que sus diputados, consejeros insulares o concejales se colarán en Parlamento, cabildos o ayuntamientos, y que en algunos casos acabarán provocando el anaranjamiento de los pactos. El día después de las autonómicas y locales de 2019 anuncia unas instituciones más atomizadas, condenando a los partidos a pactos más concurridos, difíciles e incómodos. Con los socialistas canarios buscándose sin encontrarse y el pablismo prematuramente envejecido, el anaranjamiento del españolismo debilita al PP y coloca a los nacionalistas, también a los canarios, contra las cuerdas del patriotismo que sacude balcones, estadios y bares.

Coalición y Nueva Canarias se necesitan. No pueden permitirse la sinrazón de seguir sin sumarse. No tuvo sentido romper, y no lo tiene que sigan por separado. Están en ello. Tanteándose.

Charlando con tanta informalidad como reiteración. Recuperando la conversación. Han sido legión los que, nacionalistas o no, siempre han visto con buenos ojos que las Islas cuenten con una voz propia en las instituciones de allá y acá; pero sus simpatizantes han menguado, y la cosa apunta a que solo el reencuentro nacionalista puede cambiar esa dinámica. CC y NC están obligados a intentarlo. No lo tienen fácil. Dirigentes de uno y otro lado se resistirán, cargos a los que tendrán que explicarles que las expectativas de CC y NC están cayendo bajo el peso de un españolismo tan anaranjado como alérgico a independentismos, nacionalismos y regionalismos. Los nacionalistas canarios tienen hasta verano para sacudirse las dudas. Es ahora o nunca. Tienen más fácil superar los obstáculos hacia la unidad que sobrevivir por separado a esta ola recentralizadora.