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Jaque Mate: Sacrilegio en el templo de la democracia

Tanto va el cántaro a la fuente que se rompe en mil pedazos. El agua se la han tenido que tragar los ingenieros de CC y el PSOE que diseñaron una estructura ruinosa

Tanto va el cántaro a la fuente que se rompe en mil pedazos. El agua se la han tenido que tragar los ingenieros de CC y el PSOE que diseñaron una estructura ruinosa. Se empeñaron en que los demás grupos atravesaran un puente colgante para atraparlos en la presa de los deseos, pero acabaron ahogándose en sus ambiciones. Con todo, lo más grave es el espectáculo que se escenificó ayer en el santuario, el templo de la democracia. Cometieron un sacrilegio quienes escribieron blasfemias en verde y rojo, los colores de la serpiente y de la manzana. Si se cumple el designio bíblico que representa las normas de la convivencia política, estos personales serían expulsados del paraíso con carácter inmediato. O sea, del Parlamento. Después de haberse decidido adoptar el mecanismo del voto secreto, en una urna, para la elección de las candidatas a suplir las vacantes en el Consejo Rector de Radiotelevisión Canaria, el descaro de burlar la privacidad de sus señorías inherente a esta modalidad supone una irreverencia, un escupitajo en la cara de la ciudadanía, que asiste perpleja a una inmoralidad de tal calibre. Y, aunque solo se trate de una desgraciada coincidencia, está feo que, en vísperas del 8 de marzo, dos mujeres de la calidad profesional y humana de Marta Cantero y Carmen Zamora sean víctimas de semejante afrenta. ¡Jaque mate!

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