Licenciada en Derecho, Alicia Silva es la directora gerente de la asociación AFES Salud Mental desde hace más de 17 años. Esta tinerfeña de 43 años insiste en poner en valor el trabajo de las entidades expertas en la atención social.
-¿Cómo empezó su andadura en AFES Salud Mental y qué le motivó?
“Estudié Derecho sin tener una clara vocación. A través de una relación familiar con la salud mental, entré en la organización como algo temporal. Además de encontrar un espacio que me resultó muy atractivo, el del ámbito social y el tercer sector, se unió que el tema de la salud mental me tocaba muy de cerca. La confluencia de varios factores hizo que me empezara a apasionar mi profesión y que me fuera especializando cada vez más”.
-¿Cuál señalaría como la principal aportación de AFES a la sociedad canaria?
“Ser la primera organización promotora en el ámbito de la salud mental en Canarias y haber tenido un papel fundamental para que exista la red actual de atención. Pienso que nos caracteriza ser una entidad social crítica y con un espíritu de superación e innovación elevado y un equipo especialmente motivado, convencido de que la atención a la salud mental puede mejorar. Y hacerlo desde un enfoque integrador, en el que se tiene en cuenta a las propias personas que tienen sufrimiento psíquico, a las familias, al voluntariado y profesionales”.
-¿Hay aún mucho desconocimiento sobre la salud mental?
“Existe mucho desconocimiento, pero es normal. Durante mucho tiempo se han difundido mitos y creencias erróneas en torno a los problemas de salud mental, que producen miedos. Los prejuicios existentes en la sociedad hacen que nos encontremos con situaciones injustas. Las personas se ven obligadas a demostrar muchas veces el doble que el resto. Estamos convencidas de que este panorama puede cambiar y está cambiando. Las personas con problemas graves de salud mental han demostrado ser, en muchos casos, personas resilientes, que han vivido dificultades grandes, pero que, con todo, salen adelante. Tienen mucho que enseñar a otras personas en la misma situación y servir de ejemplo para ir reduciendo el desconocimiento y el estigma”.
-¿Cuáles son los principales retos que se ha marcado la asociación?
“Ser referente y ejemplo de buenas prácticas en la atención a los problemas de salud mental. Aumentar la participación directa de personas con trastorno mental en la vida de la asociación. Contribuir en la construcción de un modelo de atención a la salud mental centrado en las necesidades reales de las personas, para su recuperación e integración plena. Crecer en materia de empleo con la generación de oportunidades laborales para las personas con problemas de salud mental, desde una perspectiva de economía sostenible. Cambiar el modelo para que el mayor número de atenciones a las personas se haga desde el acompañamiento integral en su entorno, promoviendo una atención en el domicilio propio”.
-¿Las administraciones públicas están dando la talla?
“Hay un creciente interés en dar respuesta a las necesidades en materia de salud mental, pero no es suficiente. Seguimos percibiendo que la atención a la salud mental no es prioridad y hay serias dificultades para lograr una adecuada coordinación sociosanitaria y nuevos modelos de atención. Seguimos trabajando aún de una forma bastante paliativa y asistencialista”.
-¿Cuáles han sido las historias que más le han marcado?
“Las historias de personas muy jóvenes que están años para recibir una atención adecuada, ver cómo ellas y las familias se desgastan. Es frustrante estar convencida de que algunos desenlaces trágicos se podrían haber evitado”.
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