Ya no es la presidenta de Nuevas Generaciones del PP en Tenerife, porque Tamara del Pino supera la treintena de años, pero sigue siendo joven, siempre con su eterna sonrisa. Está muy bien considerada dentro de los órganos de poder del Partido Popular en Canarias y Tenerife, entre otras razones, porque no abandonó sus filas cuando Lemes y el grupo de gobierno de Arafo al que pertenecía decidieron hacerlo y crear una agrupación independiente que tardó poco en abrazarse a Coalición Canaria.
-Tres años en la oposición y como única concejal del Partido Popular. ¿Se pasa mucho frío fuera del Gobierno?
“Sí. Porque ves muchas cosas que querrías cambiar, pero no puedes. Ves problemas que querrías solucionar, pero es imposible”.
-¿Cuáles fueron los motivos por los que usted fue la única que se mantuvo en el partido tras la espantada de Lemes y sus compañeros?
“Lo tuve claro desde el primer momento. Va en contra de lo que soy, de mis principios. En aquel momento me decía a mí misma ¡pero si Lemes no paraba de criticar a Domingo Calzadilla por hacerlo, pero si hacía unos días negaba públicamente que se iba a ir! Y si a esto le sumamos que ya había empezado a sospechar de cosas que no me gustaban… En fin, Lemes y yo tenemos formas muy dispares de hacer política”.
-¿Le parece normal que Lemes presuma de buena gestión económica y ponga a caer de un burro la ley de racionalización que impuso el PP a las administraciones locales?
“Lo he dicho en reiteradas ocasiones. Lemes lleva en el Ayuntamiento de Arafo 20 años. Es decir, muchas de esas facturas, de esa deuda, pertenecen a su gestión como concejal de Cultura, de Obras y Servicios, como segundo y primer teniente de alcalde. Gracias a la ley de racionalización, el Ayuntamiento de Arafo puede pagar las nóminas de sus trabajadores, a proveedores, ayudar a quien más lo necesita. Seamos realistas, la culpa no es de la ley, la culpa es de la mala gestión económica del grupo de gobierno del que él formaba parte. El pasado no se puede borrar así sin más, al igual que yo no puedo omitir el mío”.
-¿En qué se diferencia la política de Lemes de la que realizó durante 30 años su antecesor Domingo Calzadilla?
“Obviamente, tienen muchas similitudes, a la vista está. Lo curioso es que la nefasta gestión de Lemes ha provocado, que a veces incluso algún vecino haya echado de menos la limpieza y pulcritud de la etapa de Calzadilla, aunque creó una situación económica delicada para el Consistorio y el municipio”.
-¿Cómo ve el pacto AIA-CC y, en todo caso, cree que algunos de los concejales, como Martín o Vanessa Flores, pueden irse a otro partido?
“El grupo de gobierno está roto. En el pueblo se comenta que Lemes no se presentará como candidato. Si esta información es cierta y a ella le unimos que la relación entre Ramón y Lemes es inexistente, entiendo que al actual alcalde lo sustituirá Luis Domingo. No obstante, dudo de que Ramón no se presente en las próximas elecciones. Son muchos años, al igual que Lemes, trabajando en el Ayuntamiento. No creo que le sea tan fácil decir adiós. Pero repito, esta es mi humilde opinión. Ya veremos qué ocurre”.
-¿Y qué posibilidades tiene el Partido Popular en Arafo?
“Estaremos donde los vecinos decidan. Ilusión y ganas de trabajar por y para el municipio nos sobran”.
-¿No cree que le hará daño lo que ha ocurrido a nivel nacional con su partido?
“Creo que en los pueblos lo importante son las personas, no los colores políticos”.
-En todo caso, ¿cree que sería posible un Gobierno diferente al de José Juan Lemes o su posible sucesor (Luis Domingo Marrero) en Arafo?
“No solo sería posible, es necesario”.
-Usted se ha mostrado crítica con Lemes, con quien estuvo cuatro años. ¿No vio entonces indicios de prevaricación en la gestión del alcalde?
“José Juan Lemes en mi época con responsabilidades de gobierno coincidía conmigo un día sí, cuatro no. Llegó un momento en que ni se le esperaba. Yo del único compañero que conocía su trabajo diario era del entonces primer teniente de alcalde, Rosendo Batista. Con él sí trabajé día a día para que las cosas salieran, y en una época muy complicada, donde gestionar la pobreza general -él como concejal de Hacienda- y particular -yo como concejal de Servicios Sociales- fue muy duro”.
-¿Por qué se muestra usted tan silenciosa en los plenos, en donde parece que la única oposición es Francis Hernández, de Izquierda Unida, y, en menor medida, Samuel Rodríguez, del PSOE?
“Dentro del Grupo Mixto, tanto uno como el otro portavoz, Samuel, ocuparon esa plaza los dos primeros años de este mandato. Ahora es el turno de Francis. Fue un acuerdo del Grupo Mixto. Todos estamos a años luz políticamente, pero sí es cierto que en muchos aspectos estamos destinados a entendernos. Mi política en estos años se ha basado en ayudar de tú a tú. Para mí, los plenos en Arafo sirven para poco. Mero trámite, sin más. Ni se nos escucha, ni se nos toma en serio. Aún estoy esperando un expediente que solicité hace tres años” .
-Por último, ¿veremos a Tamara del Pino en 2019 en alguna lista superior al Ayuntamiento, dígase Cabildo o Parlamento?
“Para mí lo primero siempre será Arafo”.
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