economía

Un propietario de un piso turístico suele gastar 4.000 euros en reformas

La plataforma online HomeAway asegura que se ha generado una gran controversia alrededor de esta nueva modalidad turística, no siempre justificada según sus datos
El número de italianos inscritos en el padrón de Adeje roza los 6.000; el buen momento turístico que vive la comarca en los últimos años actúa de imán. DA
El perfil de usuarios del alquiler vacacional suele ser el de familias que no pueden pagar un hotel. EP
El perfil de usuarios del alquiler vacacional suele ser el de familias que no pueden pagar un hotel. EP

El precio medio del alquiler en España ha sufrido un incremento del 15% durante el primer semestre del año respecto al mismo periodo de 2017. Estos datos han hecho saltar las alarmas y los expertos hablan ya de la “burbuja del alquiler”. El boom del alquiler vacacional está provocando el incremento “desmesurado” de los precios, que hace que ya esté siendo más rentable comprar una vivienda y pagar una hipoteca que alquilar un piso.

Sin embargo, Joseba Cortázar, director de Comunicación de HomeAway, plataforma online experta en alquiler vacacional, defiende que no toda la culpa viene de los pisos turísticos. Admite que existe una rentabilidad importante para los propietarios; hay zonas, como Costa Adeje (Tenerife), donde los propietarios pueden ganar más de 14.000 euros solo en los meses de verano, pero apunta que el 51% de los propietarios de alguna vivienda vacacional invierten también un mínimo de 4.000 euros en adecuar su vivienda al uso turístico. “Además, casi el 60% realiza alguna mejora al año”.

Y es que para Cortázar, la mayoría de los propietarios de una vivienda vacacional la utilizan como complemento a sus gastos y solo poseen una. “Esa es la realidad. Se ha creado mucha controversia alrededor del alquiler vacacional motivada, en gran medida, por la presión que han ejercido algunos sectores agobiados por la competencia”.

La presión sobre los precios que tiene esta nueva modalidad de alojamiento es “mínima” en relación con el número de viviendas vacías. “La realidad del alquiler vacacional es otra. Puede haber casos específicos de edificios completos o lugares en los que los clientes generen problemas, pero este no es el perfil. Normalmente, quienes utilizan el alquiler vacacional son familias que no se pueden permitir costear un hotel y buscan una vivienda donde pasar sus vacaciones”.

Para que no haya controversias, Cortázar insistió en que el Gobierno tiene que desarrollar regulaciones que den seguridad jurídica y proporcionadas a la oferta, porque “las restricciones nunca son buenas. Esta es una modalidad que es muy demandada y si no la ofrecemos se irán donde la ofrezcan. El interés general tiene que primar sobre los intereses concretos de un sector y se debe legislar acorde a los servicios que se ofrecen. Yo entiendo que se diga que todos tenemos que estar bajo las mismas reglas, pero un hotel no ofrece los mismos servicios que el alquiler vacacional, por eso lo justo es que cada uno estemos amparados bajo una ley que regule los servicios que ofrecemos”, destacó.

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