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Sindicato de trabajadoras sexuales reprocha al Gobierno su “feminismo burgués” y la “atrocidad” de dejarlas sin derechos

Se preguntan "a quién beneficia que las mujeres y hombres que trabajar" en este sector "carezcan sistemáticamente de derechos laborales"
Sindicato OTRAS.

La Organización de Trabajadoras Sexuales (OTRAS) ha cargado contra el Gobierno por querer impugnarla y ha afirmado que es “de plena justicia” que este colectivo profesional reivindique sus derechos laborales, “ni uno más que el resto de trabajadores”, pero tampoco “ni uno menos”.

“Es posible que a algunas personas con una posición acomodada en el Gobierno enmascaren -tras la intocable tela del feminismo blanco heterosexual y burgués- que demandar derechos laborales para un sector empobrecido y estigmatizado es una atrocidad. Para nosotras, sin embargo, es de plena justicia”, ha señalado a través de un comunicado difundido en Twitter.

La inscripción del sindicato se produjo a través de una resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 4 de agosto, sin embargo, la ministra Magdalena Valerio admitió que le habían “colado un gol por la escuadra” y expresó su intención de declararlo nulo.

Según sostiene OTRAS, los trabajadores sexuales los derechos laborales “se han convertido en una utopía”. “Intentar que el empresario te contrate, que puedas acceder a bajas por enfermedad o maternidad, un sueldo a final de mes, vacaciones y una jubilación impensable”, lamenta.

“El feminismo abolicionista esconde una moralina y un odio visceral hacia las trabajadoras sexuales que podría comprenderse si no fuera porque los derechos los merecemos todas y no solo unas cuantas privilegiadas”, argumenta el sindicato.

Asimismo, se pregunta “a quién beneficia que las mujeres y hombres que trabajar” en este sector “carezcan sistemáticamente de derechos laborales”, e insiste en reivindicar la creación de un sindicato para el colectivo. “Trabajo sexual es trabajo”, subrayan.

“Merecemos todo el reconocimiento y respeto por parte de las instituciones, les guste nuestro trabajo o no. Nosotras no somos sujetos pasivos, sino mujeres adultas que sabemos lucha por lo que queremos, dentro de la legalidad establecida y buscando el bienestar de todas aquellas personas que insisten en estigmatizarnos, criminalizarnos y mantenernos en los márgenes”, concluye.

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