Cristal

La relación del PP canario con Coalición recuerda, y mucho, la que décadas atrás unió a millones de telespectadores con Cristal, aquella telenovela venezolana que tuvo una legión de seguidores que, eso sí, jamás reconocían estar viéndola o saber de qué iba. Costaba admitir ante conocidos, compañeros de trabajo o amigos que no te perdías un capítulo, confesarlo daba vergüenza o algo que se le parecía bastante. Nadie veía Cristal, qué va, ya tú sabes, pero curiosamente los mismos que no la seguían eran capaces de participar en conversaciones que revoloteaban sobre las andanzas de Cristina, la hija que Victoria abandonó al nacer y que años después, convertida en la modelo estrella de la empresa de su madre, conoció y se enamoró de Luis Alfredo. Coalición es la telenovela a la que están enganchados los dirigentes del PP canario pero, como ocurría con los seguidores de Cristal, por vergüenza o algo que se le parece nunca lo reconocen, peor aun, niegan que estén viéndola y en público hablan de la serie despectivamente. Pura pose. Los hechos ponen al PP en su sitio, junto a Coalición. Sin la cobertura del PP no se habría mantenido en pie un Gobierno de dieciocho escaños. Es perfectamente legítimo que los populares pacten, acuerden, se comprometan y apuntalen a éste o al Gobierno que consideren, faltaría más. El absurdo es otro. Tan respetable es que voten con CC cuando Coalición los necesita como ridícula esa reiterada pretensión de ir contra sus propios actos. El encuentro de Casado con Clavijo será un paseo militar, el maridaje de ambos partidos continúa viento en popa, especialmente ahora que José Manuel Soria recupera la condición de interlocutor real del PP en las Islas. Los problemas de Coalición y PP son otros, y pasan por la certeza de que en ninguno de los escenarios se bastarán para formar una mayoría suficiente en la siguiente legislatura autonómica. Ahí sí tienen un problema, y no es entre ellos sino de ellos con terceros; pero eso será en mayo, quedan meses en los que el PP canario seguirá negando su pacto no escrito con Coalición con ese arte con el que los seguidores de Cristal negaban que estaban enganchados a la telenovela.