El concejal de Accesibilidad del Ayuntamiento de Santa Cruz, Carlos Correa, afirmó ayer a DIARIO DE AVISOS que las obras para mejorar la accesibilidad en el Colegio Montessori comenzarán antes de que acabe este mismo mes y estarán finalizadas para el próximo octubre, ya que solo tienen una duración de un par de semanas.
Correa respondió así al portavoz de Sí se puede en Santa Cruz, Pedro Fernández Arcila, quien recordó al responsable de Accesibilidad su compromiso en garantizar la seguridad en el acceso al Colegio Montessori antes del inicio de este curso, “que ya comenzó sin que se hayan producido cambios”, lo que ha provocado quejas de familiares de escolares matriculados en el centro. Tras la denuncia, hace meses, de este periódico sobre el embudo que sufren los escolares en la puerta del centro, la obra pasó a ser una prioridad, pero no se ha ejecutado hasta ahora.
La existencia de una obra junto al colegio, paralizada desde hace siete años, cierra un tramo de acera, de forma que solo se puede entrar y salir del centro por la parte baja de la calle. A estas dificultades se unen la especial configuración de esa acera en el tramo de la fachada de la escuela, ocupada en gran parte por elementos ajardinados y una valla de protección tras las actuaciones del Plan Urban, y un paso de peatones cuya ubicación se cuestiona debido a que un cambio de rasante dificulta su correcta visibilidad, según explicaron desde Sí se puede, lo que “supone un fallo en materia de seguridad ante el caso de necesidad de evacuación”.
Retraso administrativo
Correa reconoció ayer que se había comprometido con el colegio en que la mejora de la accesibilidad se realizaría antes de que se iniciara el presente curso escolar, pero explicó que el retraso deriva “de la parte administrativa, por la cantidad de expedientes que tenemos en el servicio y la falta de personal, pero estamos trabajando en ello, y el proyecto ya está redactado y en estos momentos estamos solicitando ofertas para su ejecución”.
El concejal añadió que se trata de una obra menor, en torno a los 30.000 euros, y que su duración será de un “máximo de dos semanas”, por lo que calcula que los trabajos comiencen antes de que finalice este mes y estén acabados a lo largo de octubre. Correa recordó que los trabajos supondrán la creación de una rampa sobre las jardineras de la acera cortada por las obras del edificio colindante y que impiden transitar por ahí, así como un paso de peatones elevado nuevo que comunicará con la acera del otro lado.
El edil recordó también que el Ayuntamiento está resolviendo un problema que debería haber asumido y realizado el promotor de la obra colindante.
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