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Las cuatro libertades de Europa

Defendemos la Unión Europea como el espacio de paz, unidad, igualdad y seguridad que abarca el viejo continente, donde nos incorporamos en 1985-86, conjuntamente con Portugal. Superemos el eurocentrismo, que ve a Europa como centro y motor de la civilización, cuando ya el mundo es multimodal y el Pacífico el espacio más dinámico de la globalización. La UE se organiza bajo sus cuatro libertades fundamentales. Libertad para el establecimiento de personas y circulación de mercancías, capitales y servicios. La UE se desarrolla hacia un estado federal, que ya tiene sus propias competencias exclusivas, junto a las compartidas y las de apoyo. Los países democráticos integrados en la UE, deben asumir sus cuatro libertades.

El brexit, está montado sobre la negativa del Reino Unido a asumir la primera de las cuatro, libre establecimiento de personas, sin cuya asunción no es posible estar en el club. Al margen de estar parcialmente en la libertad de capitales, al no asumir moneda única y sistema financiero. La UE es una compleja construcción que incluye 28 estados, aún con el Reino Unido. También incorpora el Espacio Económico Europeo desde 1994, los 28 más Noruega, Islandia y Liechtenstein, que aceptan las cuatro libertades, si bien están fuera de la Política Agrícola Común (PAC), Pesca, Unión Aduanera, Política Comercial, Unión Económica y monetaria y Política Exterior y de Seguridad. El espacio de Seguridad Schengen, donde a efectos migratorios es un solo país, cuenta con 22 países de la Unión Europea, salvo Reino Unido, Irlanda, Rumanía, Bulgaria, Chipre y Croacia, pero incorpora a los tres países de la EEE y a Suiza. La inmigración ilegal y los atentados han descuadernado a Europa, rompiendo el espacio Schengen y la libertad de personas y establecimiento.

El brexit ofrece soluciones complejas. El acuerdo inglés de chequers propone que le acepten incumplir la primera libertad de establecimiento, núcleo de la Unión. Una fórmula como la Noruega no cabe, porque tiene las cuatro libertades. El no acuerdo es el fracaso y un nuevo referéndum o elecciones, trasladan el acuerdo al futuro. Se baraja la fórmula Canadá Plus, que implicaría una relación primada, en función del diseño concreto de las barreras arancelarias. Apuesto por su retorno a la UE.

En la historia, las naciones han sido espacios con aplicación uniforme de las 4 libertades. Construir la Europa federal implica su asunción. El mundo actual que ahora se globaliza, se montó en la posguerra mundial. Bajo el marco político de la ONU, el defensivo de la OTAN, con Japón, Corea y la Seato, el bancario del FMI y Banco Mundial y el comercial de la GATT. La GATT, Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, dirigida desde la OMC (Organización Mundial de Comercio), integra a casi todos los países del mundo, el 99% de su PIB y sitúa sus conflictos en la agricultura y medio ambiente, los servicios, la propiedad intelectual y las inversiones extranjeras. En la práctica se producen graves problemas de reciprocidad. Caso singular China, que quiere todas las libertades hacia fuera, pero pocas hacia dentro. Ofrece un mercado impenetrable y no cumple la legislación de marcas y propiedad intelectual. El fenómeno europeo de los manteros es producto chino. Se levantan fronteras contra el GATT, que a todos perjudican.

Se atenta contra las cuatro libertades en Europa. Lo hace el grupo de visegrado, Hungría, Polonia, Chequia, Eslovaquia, que se niegan a las cuotas de refugiados, al igual que Italia y Austria, apoyados en razones de cultura, religión e identidad. Se precisa una sólida política común de fronteras. Al interior de los países también se atacan las cuatro libertades. España es un caso singular donde mercados, capitales y servicios se ven alterados por las legislaciones autonómicas. Contra la unidad y seguridad del mercado nacional y por ello europeo.

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