el charco hondo

CCCP

Como saben perfectamente incluso los de letras puras, la regla de tres es un mecanismo que permite la resolución de problemas vinculados a la proporcionalidad entre tres valores

Como saben perfectamente incluso los de letras puras, la regla de tres es un mecanismo que permite la resolución de problemas vinculados a la proporcionalidad entre tres valores (que se conocen) y un cuarto que es una incógnita. Gracias a dicha regla, se puede describir el valor de ese cuarto término; y, además, puede hacerse sin necesidad de alardes o deslumbrantes exhibiciones matemáticas. Ahora bien, hay aspectos de las reglas de tres que deben manejarse con cierta gracia o salero cuando, como es el caso, lo que se persigue es averiguar con demasiados meses de antelación qué dos magnitudes, parlamentariamente proporcionales entre sí, operarán con qué tercera o posible cuarta. Sí, es pronto para embarcarse en reglas de tres que nos ayuden a barruntar, con la mirada en el siguiente cuatrienio autonómico, cuál de los pactos posibles sería el que con mayor probabilidad se siente en el Consejo de Gobierno de los lunes a partir de mayo. No resulta sencillo, no; entre otras cosas, porque los días pares Sánchez parece tirar la toalla, pero los impares da la sensación de que llevará la legislatura a la tanda de penaltis. A priori, las dos magnitudes proporcionales serán, escaño arriba, escaño abajo, Coalición y PSOE. Si CC obtuviera un solo escaño más que los socialistas, ambas fuerzas podrían incluso permitirse el lujo de prescindir de terceras o cuartas magnitudes; claro que, si el PSOE queda por arriba, esa regla de dos decaería porque en CC no tienen hábito de perder la presidencia. En este último escenario, la hipótesis de una regla de tres ganaría enteros, y tanto si es directa como si es inversa, la única combinación posible sería aquella a la que darían vida los tres partidos con pinta de sumar más de treinta escaños sin apoyarse en cuartos o quintos: CC, Ciudadanos y PP, lo que en la Unión Soviética se escribía CCCP, su acrónimo en ruso. ¿Y Nueva Canarias? Siendo fundamental conocer si Ciudadanos se sumaría argumentando que los de CC son nacionalistas buenos, lo cierto es que la fragmentación va a ser tal que Román Rodríguez puede acabar siendo llave que desatasque el atasco. Es pronto. Quedan demasiadas variables por conocer, muchas equis por despejar; pero, incluso entre tanta niebla, esto huele a que Ciudadanos decidirá si el próximo Gobierno de Canarias va a mirar hacia un lado u otro, si hacia CC o PSOE como magnitud principal del siguiente pacto.

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