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Una abuela desesperada denuncia que no le dejan ver a sus nietas: “A una la arrancaron de mis brazos llorando”

La abuela de las niñas ha relatado, visiblemente afectada, "el dolor" que está pasando después de que dos agentes de la Policía se personaran en su casa para contarles que les habían retirado a las menores
FOTO: EUROPA PRESS

Josefa Pérez, una abuela sevillana, ha denunciado este jueves que la Junta de Andalucía le ha privado de ver a sus dos nietas de 15 y seis años de edad después de que hace casi tres años le retiró su guarda y custodia que tenía de facto desde el nacimiento de las menores.

Así lo ha puesto de manifiesto en rueda de prensa el abogado que representa a la familia, Gabriel Velamazán, quien ha explicado que las menores vivían con su abuela hasta que se produjeron “dos denuncias anónimas” que alegaban que las niñas “no estaban bien atendidas” –la primera de ellas en 2014, que fue archivada tras un “estudio a fondo” por los servicios comunitarios del Ayuntamiento de Sevilla– y que “nadie ha investigado quién las ha presentado, qué finalidad pueden tener, ni se han exigido responsabilidades”.

No obstante, tras la segunda denuncia anónima, esta vez ante la Junta de Andalucía, el 11 de febrero de 2016 las menores fueron apartadas de su abuela y de su tío maternos. En ese momento, la Administración andaluza estableció un régimen de visitas semanales que, según Velamazán, “no cumplió”, por lo que rectificó y estableció entonces visitas quincenales. Durante las mismas, que se celebraban en “una habitación cerrada”, el letrado ha asegurado que “se filtraban las llamadas de atención de las niñas hacia su abuela”.

Sin embargo, en el verano de 2017, la Junta decidió enviar a la niña mayor a Gerona en régimen de acogimiento con la familia extensa, separándola de su hermana aunque estableciendo ya “visitas libres” de ésta con su abuela y su tío, mientras que con la pequeña siguen los contactos quincenales hasta septiembre de 2018, cuando la Administración decide “cortar” las visitas al iniciar un procedimiento de guarda con fines de adopción.

Así las cosas, el abogado que representa a la familia materna ha comentado que el acogimiento en Gerona fracasó, por lo que en marzo de 2018 la menor regresa a Sevilla, momento en el que también la Junta decide suspender el régimen de visitas establecido con anterioridad “sin ningún argumento”.

Además, ha añadido que “los asuntos sociales deciden en ese momento que la menor no quiere volver a ver a su abuela” coincidiendo “casualmente”, según ha señalado, con la proximidad del juicio por la custodia de las dos niñas.

Velamazán ha lamentado el “espectáculo” que se vivió durante el juicio, ya que la niña mayor apareció “escoltada” por unas cinco personas de la Administración andaluza “dificultando que viera a su abuela y a su tío”, al tiempo que ha asegurado que el tribunal consideró que las menores debían seguir bajo la tutela de la Junta con “tres consideraciones que la Administración Pública no ha tenido en cuenta”.

En concreto, ha explicado que la sentencia, sobre la que ya han presentado recurso, “deja claro que la abuela y el tío de las niñas son los referentes afectivos fundamentales de las menores”, si bien dejaba en manos de la Junta que no separaran a las hermanas y restableciera “cuanto antes” unas relaciones normalizadas con la abuela y el tío.

Asimismo, ha hecho referencia a un informe de seguimiento que emite la Administración sobre el estado de la niña menor cuando es retirada de su abuela y que también es aportado en el juicio. Según ha relatado Velamazán, en éste se recoge que “la menor refleja cierto temor y desconcierto manifestando cuando habla su deseo de volver con su abuela, a la que nombra repetidamente” y que “demanda permanecer junto a su hermana mayor porque la hace sentir más confiada y tranquila”.

Del mismo modo, ha indicado que “por la noche, la niña llora desconsoladamente reclamando la presencia de su abuela y reclamando irse a su casa, calmándose sólo con la cercanía de su hermana”. Además, ha comentado que “ha hecho uso de un mecanismo de adaptación a través de la fantasía que le ha permitido, entre otras cosas, conversar con su abuela de manera invisible”.

“RETIRADAS INJUSTAMENTE”

“Estamos ante la descripción, hecha desde la propia Administración, del profundo dolor de una niña que ha sido apartada injustamente de sus seres queridos, extraordinariamente educada por su abuela y su tío y que sueña con volver a su hogar pero que ante la ridiculez de las visitas establecidas se ha visto obligada a comunicarse en sueños con ellos”, ha lamentado y se ha preguntado “por qué esta abuela está siendo tratada peor que un delincuente, cuando lo único que ha hecho ha sido criar a sus nietas”.

Por ello, el letrado ha criticado que la Junta haya iniciado este procedimiento basándose en una denuncia anónima y ha pedido “cortarlo ahora” coincidiendo con el nombramiento del nuevo Gobierno andaluz antes de que la menor de las niñas sea dada en adopción.

“Pedimos al nuevo Gobierno que reclame explicaciones inmediatas de lo sucedido al Ejecutivo saliente, solicitando también una auditoría de los expedientes con el fin primordial de establecer cuanto antes el contacto amplio entre las niñas y su abuela y paralizando el proceso de adopción de la menor”, ha concluido.

“AYUDA PARA QUE LAS NIÑAS ESTÉN EN LIBERTAD”

Por su parte, la abuela de las niñas ha relatado, visiblemente afectada, “el dolor” que está pasando después de que dos agentes de la Policía se personaran en su casa para contarles que les habían retirado a las menores, que ya se encontraban en un centro tutelado por la Junta dando comienzo a “una pesadilla”. Además, ha lamentado que no tuvieran acceso a la declaración de la mayor de las hermanas hizo ante el juez durante el juicio, así como que les nieguen “todo tipo de acercamiento personal y telefónico sin ningún motivo”, por lo que ha pedido “ayuda para que las niñas estén de nuevo en libertad”.

De su lado, la profesora particular de la mayor de las hermanas y presidenta de la Organización por el Derecho a Estudiar, Teresa Herrera, ha destacado que mantuvo contacto con la niña durante su estancia en Gerona, donde estuvo “atendida económicamente, pero emocionalmente no era feliz a pesar de que vivía con dos personas buenas y generosas”.

Igualmente, ha subrayado el “bochornoso espectáculo” que presenció durante el juicio por la custodia de las niñas cuando las personas que “escoltaban en volandas” a una de ellas “la arrancaron de los brazos de su abuela, llorando” cuando se abrazó a ella. Por ello, ha dicho que ha decidido “tomar cartas en el asunto” y pedir un régimen de visitas con las menores.

Por último, el psicólogo forense Rafael del Río, que también estuvo en el juicio, ha afirmado que no existe “una causa justa” para que las niñas sean declaradas en desamparo y ha añadido que la abuela “cumple con todos los requisitos” para estar con las niñas e, incluso, para la adopción de éstas.

Además, ha afirmado que “no es creíble” que la mayor de las hermanas haya dicho que no quiere volver con la abuela y su tío, tras los documentos analizados y ha alertado que el grado de discapacidad que tiene ha aumentado durante su tutela por la Junta. Por ello, ha solicitado que se retome “de forma urgente” el régimen de visitas “al no existir peligrosidad alguna” por parte de su familia materna.

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