tribuna

Carta abierta al presidente del Gobierno de España

A través de esta carta pública me dirijo a usted al resultar infructuoso cualquier intento desde el mes de diciembre del pasado año por mantener una reunión o contacto telefónico con el único fin de tratar asuntos que son de especial preocupación para Canarias

A través de esta carta pública me dirijo a usted al resultar infructuoso cualquier intento desde el mes de diciembre del pasado año por mantener una reunión o contacto telefónico con el único fin de tratar asuntos que son de especial preocupación para Canarias, ya que afectan de forma directa a nuestra economía y a la sostenibilidad de servicios públicos esenciales.

A las obligaciones contraídas y reiteradamente ignoradas se añade ahora la decisión de incorporar 500 millones de las sentencias por el incumplimiento del convenio de carreteras, suscrito entre ambas administraciones, al superávit de esta comunidad autónoma sin que se haya transferido cantidad alguna.

Reunido el Consejo Asesor del Presidente el martes 9 de abril, se acordó por unanimidad que se le solicitara un encuentro con usted en el que acudiría acompañado por sus miembros, los secretarios generales de la Unión General de Trabajadores (UGT) y de Comisiones Obreras Canarias (CC.OO.) y los presidentes de la CEOE de Tenerife y de la Confederación de Empresarios de Las Palmas (CCE). Una reunión centrada en la búsqueda de una solución para que Canarias pueda destinar su superávit a los servicios básicos y esenciales con el fin de dotarlos adecuadamente a sus necesidades, frente a la obligación de destinarlo a gastos financieramente sostenibles o pago de deuda bancaria.

Soy consciente de las dificultades que atraviesa este país y que afronta una tensión territorial sin precedentes en democracia provocada por quienes fracturan nuestro modelo constitucional y de convivencia, pero esto no puede ser excusa para el olvido de los compromisos adquiridos con esta tierra, para el abandono de quienes hemos contribuido con lealtad a fortalecer y dar estabilidad al Estado, para un pueblo que ha hecho un duro sacrificio durante años para cumplir con nuestras obligaciones fiscales y, por tanto, con los principios de solidaridad que siempre hemos defendido. Espero que a la lectura de esta misiva valore que estamos ante una oportunidad, tal vez la última antes de que su presidencia entre en funciones el próximo 28 de abril y sea demasiado tarde, para que esta situación se pueda revertir sin más perjuicios para Canarias.

Confío en que esta reunión, a la que se suma una representación tan significativa de nuestra sociedad, actuando unida por una causa común, sea posible por encima de cualquier otra diferencia y con ello se restablezca el diálogo que debe sustentar las relaciones institucionales como obligación de todo buen gobernante. Un diálogo en la búsqueda de acuerdos que ha constituido un principio irrenunciable del Gobierno que presido durante esta legislatura.

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