La irrupción de la oposición en el Ayuntamiento de La Laguna en la gestión de la empresa pública de vivienda (Muvisa) y el ambiente electoral han abierto la caja de los truenos en Aguere, aunque es cierto que los nubarrones se han asentado durante estos cuatro años de mandato en el Consistorio lagunero, por la debilidad del grupo de gobierno capitaneado por el alcalde nacionalista, José Alberto Díaz (CC).
La última polémica se fragua con el comunicado emitido el pasado viernes por Comisiones Obreras (CC.OO.) en la empresa Muvisa. El escrito señalaba la gestión del nuevo consejero delegado de la empresa, Javier Abreu y el supuesto acoso sufrido por los trabajadores en poco más de un mes desde que Abreu llegara al cargo.
Ayer, aprovechando el escrito de los representantes de los trabajadores -sorprende que no haya un comité de empresa cuando Muvisa cuenta en nómina con 170 empleados-, Coalición Canaria (CC) emitió una nota en la que exigía “la dimisión” del Consejo de Administración de Muvisa por las denuncias del citado sindicato sobre ese supuesto “acoso laboral”.
Desde CC aseguraron que estos hechos “demuestran que el único interés del nuevo Consejo formado por Ciudadanos, Nueva Canarias (NC), Unidas Se Puede-Podemos y expulsados del PSOE es hacer un uso político de la empresa en su beneficio, además de alarmar y confundir a los vecinos y vecinas de La Laguna”.
Aparte de especificar la importancia de la labor de Muvisa, CC lamenta “el verdadero talante de algunos” y critica “los “despidos políticos en la empresa”. Hay que recordar que el exconcejal de ATI-CC Silvestre Suárez, que no ostenta cargo público desde 1999, era el coordinador del convenio de Las Chumberas, además de uno de los que fundó Muvisa. El convenio entre las cuatro administraciones, Estado, Gobierno de Canarias, Cabildo de Tenerife y Ayuntamiento de La Laguna, expiró el pasado 31 de diciembre. El sueldo del excoordinador se computaba íntegramente al citado convenio. Javier Abreu destituyó a Suárez a principios de marzo, pocos días después de llegar al cargo.
Con respecto al comunicado de los nacionalistas y al de los trabajadores, el consejero delegado de Muvisa, Javier Abreu, aseguró a DIARIO DE AVISOS que “estos comunicados de corta y pega son un intento más de desviar la atención de dónde está el dinero de Las Chumberas y de no decir que le han dejado un fiado a Muvisa en estos momentos bastante considerable, que si fueran serios, en lugar de darle dinero al Banco Santander, como se lo han dado hoy (por ayer), ocho millones, pagarían los fiados que tienen con Muvisa, casi seis millones de euros, y podríamos arreglar las cuentas de Las Chumberas”.
Antecedentes
El objetivo número uno de la oposición en el Ayuntamiento de La Laguna cuando tomó el control de Muvisa, el pasado 25 de febrero, era conocer dónde estaban los 25,2 millones de euros remitidos por todas las administraciones públicas involucradas en el convenio de Las Chumberas. A los pocos días, Javier Abreu confirmaba que a Muvisa se habían remitido 15 millones de euros y el resto (10) permanecía en las cuentas municipales. Quizá, el secreto mejor guardado por el Ayuntamiento de La Laguna, mientras Muvisa estaba en manos de CC. Hay que precisar que la empresa municipal, tal y como se recoge en el convenio, es el ente gestor de la demolición y reurbanización de la primera fase de los bloques con aluminosis de Las Chumberas y que esos fondos eran subvenciones, es decir, solo se podían utilizar para lo que fueron solicitados. A día de hoy, el Ayuntamiento adeuda a Muvisa 5,6 millones de euros, de distintas encomiendas.
Desde hace varias semanas, Abreu se mostró preocupado por la inseguridad de los vecinos, ya que las inspecciones de los técnicos de la Gerencia de Urbanismo eran visuales y no exhaustivas, como había solicitado el consejero delegado. Ante las constantes exigencias de Javier Abreu, el Ayuntamiento decide remitirle a la empresa municipal de vivienda los 10 millones de euros que conservaba en sus cuentas desde 2016, mientras que al mismo tiempo le ponía tarea a Muvisa, por si pasaba algo, el Consistorio pudiera responsabilizar al también concejal lagunero.
Gerencia de urbanismo
Según confirman dos documentos a los que ha tenido acceso este periódico, la concejala de Urbanismo, Cande Díaz, le requiere a Muvisa el 29 de marzo que le facilite toda la información de los “172 bloques afectados” en “172 carpetas”, mientras que la jefa de Servicio de la Gerencia de Urbanismo, Mónica Castro, a petición de la concejala, solicita el pasado 20 de marzo a la empresa especializada Intemac más información sobre el expediente de Las Chumberas, para que aclare a la citada Gerencia “qué otras medidas se deben tomar en las viviendas que precisen de apuntalamientos para continuar habitadas”.
A este respecto, Abreu aseguró a este periódico que “tanto la concejala de Urbanismo, Cande Díaz, como el alcalde, José Alberto Díaz, han perdido el norte por completo, ya que hemos tirado dos meses. Esto se podía haber hecho desde el minuto uno. Aunque lo acordaron ellos en Madrid, cuando lo propuse yo se negaron y ahora no les queda más remedio que aceptar que se deben realizar inspecciones, no oculares, como ellos han pretendido, engañando una vez más a los vecinos, sino más exhaustivas, decisión que celebro”.
Esta medida, según Abreu, está motivada en que “quieren hacer esas inspecciones después de las elecciones, y eso me parece una auténtica canallada, que quieran seguir ganando tiempo a costa de la seguridad de los vecinos, tanto de Las Chumberas como de El Cardonal, y eso me parece una canallada mayúscula”, concluyó.
Los vecinos
A pesar de que el problema de Las Chumberas, 560 familias afectadas por aluminosis en sus viviendas desde 2009, tiene la suficiente magnitud como para que todos estuvieran unidos, el uso partidista de los vecinos ha acabado por provocar fisuras dentro del colectivo.
Se da la circunstancia de que, tras la llegada a Muvisa de la oposición, los integrantes de la Comisión de Seguimiento de Las Chumberas, sobre todo, el presidente de la misma, Ricardo González, integrante en 2011 de la plancha de Fernando Clavijo a la Alcaldía de La Laguna y asesor del grupo municipal posteriormente, ha actuado como guardián de los intereses de CC en todos los movimientos de la oposición.
El pasado 12 de marzo, Javier Abreu intentó reunirse con los vecinos en el Centro Ciudadano. Sin embargo, desde el Ayuntamiento no le permitieron utilizar el local al asegurar que Muvisa no era competente en las inspecciones. Finalmente, Abreu decidió dirigirse a los vecinos subido a una silla en la plaza de la biblioteca del barrio. Allí irrumpieron tres miembros de la citada Comisión de Seguimiento, para torpedear las palabras de Abreu.
A la hora de analizar cómo funcionan los afines a CC en las asambleas vecinales, además de copar con simpatizantes nacionalistas las tres primeras filas, Ricardo González pide siempre respeto cuando acude el alcalde, José Alberto Díaz, o el presidente del Cabildo, Carlos Alonso, mientras que cuando el interlocutor es otro empuja con sus dedos índices a que sus compañeros en la Comisión interrumpan. Los testigos no engañan.
Resulta curioso que esos mismos vecinos solicitaran el pasado 4 de abril a los partidos que no politizaran el asunto de Las Chumberas. Minutos más tarde, abordaron al presidente del PP, Pablo Casado, de visita a la Isla, por la problemática que padecen.
Más allá de la utilización política de todos, el resumen de la realidad de Las Chumberas lo lanzó una vecina en una de las asambleas a la que acudió el alcalde, José Alberto Díaz: “Estamos en la misma situación que hace 11 años; no se ha movido una piedra”.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas