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Asier Antona deshoja la margarita: la presidencia de Canarias o la de La Palma

El líder popular, que en 2017 dijo ‘no’ a CC en contra de la opinión de su propio partido, recibió ayer la oferta ‘in extremis’ de los nacionalistas de revocar pactos locales por el primer sillón de las Islas
El líder del PP y candidato por esta formación política a la presidencia del Gobierno de Canarias, Asier Antona. Sergio Méndez
El líder del PP y candidato por esta formación política a la presidencia del Gobierno de Canarias, Asier Antona. Sergio Méndez
El líder del PP y candidato por esta formación política a la presidencia del Gobierno de Canarias, Asier Antona. Sergio Méndez

Esta noche tendrá CC la respuesta. El líder del PP se tomó ayer 24 horas de plazo para pensarse bien si acepta o rechaza el caramelo envenenado que le ofreció Coalición Canaria: la presidencia del Gobierno regional. La noticia era otra: CC apartaba por primera vez a su candidato, Fernando Clavijo, imputado en el caso Grúas, consciente de que era el obstáculo para que Ciudadanos respaldara la operación. Una polémica portada de DIARIO DE AVISOS ya apuntaba este domingo en esa dirección. La investidura del próximo presidente, una vez se constituya el Parlamento canario el día 25, requerirá la suma de 36 diputados (mayoría absoluta de una cámara de 70 escaños), cifra a la que solo podrían aspirar los nacionalistas con el PP si cuentan con Ciudadanos y ASG.

En julio de 2017, Antona ya rechazó una oferta de CC de integrarse en el Gobierno de Clavijo tras expulsar este a los socialistas siete meses antes. Antona tomó la decisión contra todo pronóstico, contraviniendo a María Dolores de Cospedal, que entonces era la todopoderosa secretaria general de los populares. Cospedal, de visita en Tenerife, conminó a Antona, antes de entrevistarse con Clavijo: “Te exijo que des marcha atrás”. Y la reacción del palmero fue mandatar a su número 2, Australia Navarro, para hacer público en el Parlamento el no a Clavijo. Fue la decisión más arriesgada de su carrera política y le costó la persecución mediática de medios afines al presidente.

Antona sostiene que CC le roba el espacio a su partido, y en las ocasiones en que ha tenido oportunidad ha verbalizado su deseo de apartar a los nacionalistas y ocupar el escenario de centroderecha en Canarias. Su principio de acuerdo con los socialistas palmeros, en la noche del pasado martes, según el cual la presidencia del Cabildo insular de La Palma vuelve a manos del PP después de 1991, parecía el preludio de un acuerdo regional con el PSOE, el denominado por Jerónimo Saavedra Pacto de Mazo.

Ahora pueden suceder dos cosas: que Antona rompa ese acuerdo y sacrifique a su partido en su isla a cambio de ocupar él la presidencia de Canarias dentro de unos días, si CC está en condiciones de cumplir tal promesa, o, de nuevo, dar la negativa por respuesta y quién sabe si iniciar negociaciones para un acuerdo regional con el PSOE (el que estuvieron a punto de firmar en 1995), que podría incluir a Cs.

El líder del PP canario había quedado relegado a un segundo plano tras la proclamación del pacto de progreso entre PSOE, NC, Sí Podemos Canarias y ASG, para hacer presidente al socialista Ángel Víctor Torres. Desde ayer, esta alianza sufre su primera crisis seria, ante las críticas de Nueva Canarias, el partido que lidera Román Rodríguez, contra la ofensiva socialista en Gran Canaria para arrebatarle las alcaldías de Telde y Santa Lucía.

Es la previsible pérdida del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, tras 40 años en números redondos en el poder (por parte de UCD, ATI y, finalmente, CC) lo que empujó ayer a los nacionalistas, a la desesperada, a regalar la presidencia de Canarias al PP, colocando el foco sobre Antona. Pero ni CC tiene consigo la fuerza suficiente para hacer tal ofrecimiento (depende de Cs y de la ambigüedad de ASG, de Casimiro Curbelo), ni Asier Antona tiene un pelo de tonto. Esta noche saldremos de dudas.

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