Las medidas de precaución que están llevando a cabo todos los departamentos del Centro Penitenciario Madrid III, conocido popularmente como la cárcel de Valdemoro, son extremas y tienen una premisa clara: evitar que maten a Juan Mendoza (Juanín), el hombre que asesinó a tiros a sus cuñadas, Liset y Montse Fernández, e hirió a su suegra, Consuelo, el pasado 9 de junio en Aranjuez, según informó El Español.
Tras los hechos, la jueza ordenó la prisión comunicada y sin fianza para Juanín. Desde su ingreso en la misma se han producido varios altercados entre las dos familias afectadas, los Mendoza y los Fernández, y en la cárcel de Valdemoro podrían haber presos que mantienen bastante afinidad con los seres queridos de las dos mujeres asesinadas, Liset y Montse.
De momento, Juanín se pasa el día acompañado de otro preso de confianza y no se le permite la participación en actividades grupales, ni tampoco salir al patio con el resto de reclusos.
Sin embargo, y pesar de las extremas medidas de seguridad, un funcionario de la citada institución penitenciaria indicó a El Español que cuando todos duermen el baja a la sala de televisión o toca la guitarra.
Según informó el Programa de Ana Rosa, Juanín no está arrepentido e incluso habría cantado un escalofriante verso: “Estoy de puta madre… igual fue un error, pero se lo merecían”.
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