La música es magia. La música es el idioma más universal. Seguramente, son estas dos de las máximas entorno a la música con las que casi todo ser humano conjuga desde tiempo inmemoriales. Y son cosas como las sucedidas la semana pasada en America’s Got Talent, con el ínclito Simon Cowell a los mandos, las que no hacen sino confirmarlo.
Kodi Lee es natural de California, tiene 22 años y es una persona ciega y con autismo. Acompañado de su madre Tina, subió al escenario del show televisivo durante una de las audiciones, ante la sorpresa del jurado. Lo que pasó después, pasará seguramente a la historia de la televisión como una de las más emocionantes presentaciones que haya dado este formato en todo el mundo.
El vídeo compartido en la página de Facebook del programa acumula ya la friolera de 273 millones de reproducciones, 3,6 millones de reacciones y más de 300.ooo comentarios: una auténtica burrada.
La actuación de Kodi fue impresionante. Su voz profunda y cálida, su afinación tanto en los graves con en sus endiablados falsetes y su manera de tocar el piano mientras cantaba, daban forma a un momento mágico. El jurado no se creía lo que veía, el público gritaba y jaleaba totalmente entregado. Llenó tanto el espacio el joven que nada más finalizar la actuación el público en peso se puso en pie. Los exigentes jueces, también. Cowell aplaudía con una amplia sonrisa en la cara y Julianne Hough se abanicaba con las manos para tratar de controlar las lágrimas que se le escapaban.
Llegaba el turno de las valoraciones y no solo hubo buenas palabras para Kodi. La lección que nos regaló Tina, la madre del joven talento, también tuvo su reconocimiento y el aplauso de los miembros del jurado. Cowell afirmaba rotundo que ese sería un momento que recordaría el resto de su vida.
“Descubrimos que le encantaba la música desde muy joven, y dijimos Dios mío, es un artista”, explicaba Tina antes de su actuación. “A través de la música y la interpretación pudo soportar vivir en este mundo. Cuando eres autista, es muy difícil hacer lo que hacen los demás”, ponía de manifiesto.
El momento que nos dejó Tina susurrándole al oído a su hijo unas palabras de apoyo y ánimo antes de que se lanzara a cantar, perfectamente captado por las cámaras y los micrófonos, es, como dijo en el muro de Facebook del programa otra madre de un niño con autismo, “TODO”. Pues eso.
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