En 2015, el primer año del actual mandato ya en funciones, las diferentes administraciones canarias anunciaron su propósito de abrir al público el histórico Palacio de Nava, ubicado dentro del área declarada Patrimonio de la Humanidad en el centro de La Laguna. De hecho, en aquel entonces, su intención era poder abrir el inmueble lo antes posible, ya que, además, se encontraba en buen estado de conservación, gracias a que hace unos años se acometió una intervención de restauración en parte del edificio.
Sin embargo, este deseo inicial se ha desvelado más complejo de lo que a lo mejor inicialmente se preveía y, cuatro años después, con el mandato a punto de finalizar, su apertura, que aún no se ha producido, se ha ido dilatando entre la maraña burocrática y la complejidad del proyecto, ya que, por ejemplo, ha habido que actualizar su plan director, que databa del año 2006, en base a los nuevos usos definidos, y que redactar el nuevo proyecto de restauración y puesta en uso de la primera fase.
En todo esto también ha influido el debate y las negociaciones que se han mantenido en torno a los posibles usos de este inmueble, en el que han estado interesadas todas las administraciones públicas y hasta alguna institución, como la Universidad de La Laguna (ULL), que trasladó su propuesta de ubicar aquí su Rectorado, algo que parece que finalmente se descartó. Así, el proyecto definitivo contempla la creación, en una primera fase, de un centro de interpretación y de visitantes del casco histórico de La Laguna, así como de un espacio museístico sobre la historia del palacio, tal y como adelantó DIARIO DE AVISOS el pasado marzo.
Por todo estos condicionantes, aún no han comenzado los trabajos de restauración y adecuación para la puesta en uso de esta primera fase del inmueble. La previsión es que las obras, que cuentan con un plazo de ejecución de 18 meses y un presupuesto cercano a los tres millones de euros, se adjudiquen y puedan comenzar a lo largo de este mismo año, pero el proyecto aún sigue atascado en la parte burocrática del proceso y sin salir a licitación.
En concreto, en marzo el documento estaba pendiente de entregarse a la Comisión de Patrimonio del Cabildo para su aprobación definitiva y licitación, pero tres meses después sigue sin llegar a dicha comisión, a la espera de un informe que falta del Ayuntamiento de La Laguna, según han confirmado esta semana desde el Gobierno y el Consistorio. Un trabajo que al parecer es complejo, y que se está realizando en coordinación con el autor del proyecto, ya que implica cuestiones urbanísticas y de adecuación al plan general, y que, vistas las fechas, continuará con el nuevo Gobierno local que entre al Ayuntamiento tras las pasadas elecciones.
De 1585
El primer edificio se levanta en un antiguo solar que fue, a partir de 1500, de Jorge Grimón, conquistador de Tenerife. La construcción del inmueble comienza en 1585 y sufrirá modificaciones a mediados del XVII. En 1776, Tomás Nava y Grimón y Porlier lo reforma completamente, recubriéndolo de piedra y dándole el aspecto que hoy tiene. El Palacio de Nava es un acreditado ejemplo de arquitectura culta en las Islas, si bien la fachada no observa los preceptos de un estilo determinado, al ser esta producto de sucesivas adiciones a lo largo del tiempo.
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