Paralizadas las negociaciones para el pacto en el Cabildo de Tenerife por la división interna de Cs

Las negociaciones para cualquier pacto de gobierno en el Cabildo de Tenerife se encuentran paralizadas, según han confirmado a DIARIO DE AVISOS fuentes próximas a la mesa de pactos insular, hasta resolver la legitimidad del Comité de pactos de Ciudadanos (Cs), integrado por la secretaria de Acción Institucional de Cs,Teresa Berástegui, la candidata a la Presidencia del Gobierno de Canarias y responsable de Comunicación del partido, Vidina Espino y José Guerra, habida cuenta de las contradicciones que se están dando en las declaraciones de unos y otros tras lo ocurrido el pasado sábado en la constitución del Ayuntamiento de Santa Cruz y el apoyo de los dos concejales de la formación naranja a la alcaldesa Patricia Hernández (PSOE).

Se da la circunstancia de que los cabildos son las únicas instituciones en las que se elige directamente al presidente, por lo que todo hace indicar que este viernes tomará posesión el nacionalista Carlos Alonso, pero sin un pacto firmado antes de esa fecha. Eso lleva a que Carlos Alonso ostentará el bastón de mando del Cabildo tinerfeño en minoría y de ahí que quede la puerta abierta a todo, en lo que a pactos se refiere. De hecho, fuentes de otros partidos aseguran a este periódico que “no están dispuestos a otro espectáculo”, como el que se ha vivido en la capital tinerfeña, ante las continuas contradicciones, sobre todo, de Teresa Berástegui, que aseguró que tenían el visto bueno del partido de Albert Rivera al pacto con el PSOE, tal y como ha afirmado esta mañana en los micrófonos de Cope Tenerife, el concejal del PP en el Ayuntamiento de Santa Cruz Guillermo Díaz Guerra.

Los resultados que salieron de las urnas para el Cabildo de Tenerife dejó un empate técnico entre CC y PSOE con once consejeros, pero con 909 votos más para el nacionalista, seguidos del PP, con cuatro; Podemos, con tres, y Ciudadanos, con dos. De ahí que el pacto siempre será, como mínimo, entre tres formaciones políticas, porque tanto nacionalistas como socialistas han rechazado pactar entre ellos.