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Tras 4 años de culpar a Alonso del ‘atasco’ de la Isla, el PP, ante su espejo

Los populares, después de cercar al presidente del Cabildo con una dura oposición, afrontan la hora de la verdad: impulsar un cambio con PSOE y Cs o convertir sus críticas en agua de borrajas
Manuel Domínguez. DA
Manuel Domínguez. DA

Los atascos en las autopistas han sido el gran caballo de batalla a lo largo de los últimos cuatro años en el Cabildo, un problema que ha acabado con la paciencia de miles de automovilistas que los sufren cada día y que se ha situado en el centro del debate político insular, con una oposición, liderada por el PP, que no ha ahorrado calificativos para cuestionar a Carlos Alonso y a su equipo de gobierno. Domínguez ha responsabilizado severamente a Alonso de “arruinarle la vida a los tinerfeños”, ya que considera que los atascos y embotellamientos en las carreteras han dañado la calidad de vida y desgastado psicológicamente a los automovilistas que salen cada mañana a trabajar de Norte a Sur.

Pero tampoco han faltado airadas denuncias desde la formación política liderada por Manuel Domínguez en materias como transporte público, viviendas sociales, asistencia sanitaria y Circuito del Motor, entre otras. Solo con un breve repaso a una pequeña muestra de la batería de críticas disparadas desde el PP, costará creer a su electorado que los “agravios”, “menosprecios” y “tomaduras de pelo” queden ahora en agua de borrajas a la hora de negociar un posible pacto de gobierno. Eso sin contar la “altura de miras” que se pidió al PSOE “para que podamos encontrarnos tras las elecciones”.

Tensa relación

La hemeroteca de DIARIO DE AVISOS refleja una tensa relación entre CC y PP en el Cabildo, que se fue agriando aún más conforme se acercaban las elecciones del 26 de mayo.

Antes de comenzar la campaña, el líder del PP tinerfeño y alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez, reprobaba públicamente en este periódico al presidente del Cabildo a cuenta de las colas de tráfico: “Los nervios electorales le están pasando factura. El colapso de la Isla tiene nombre y apellido: Carlos Alonso, el mayor obstáculo que ha tenido Tenerife en materia de carreteras, porque nunca ha estado de acuerdo con nada ni con nadie, imponiendo su visión de un mundo ideal y no un mundo real”. El dirigente popular le reprochó que “no entone el mea culpa alguna vez” y le pidió que “deje de menospreciar a todo el mundo”.

Domínguez ha alzado la voz contra el grupo de gobierno del Cabildo en numerosas ocasiones y en diferentes ámbitos, y ha metido en el saco de las críticas al Gobierno de Canarias. A ambas administraciones les pidió “menos samba y más trabajar”, en relación a la paralización de los proyectos de carreteras, y recién estrenada la campaña electoral recurrió a una metáfora fácilmente entendible: “Para mí, el norte de Tenerife es el jardín de la Isla, y ha sido dejado de regar hace mucho tiempo. El jardinero, que es el Cabildo y el Gobierno de Canarias, siempre en manos de Coalición Canaria, ha dejado abandonado este precioso jardín, donde no tenemos un hospital como merecemos, ni unas carreteras o unos servicios de atención a la dependencia como deberían y donde no se ha construido en los últimos siete u ocho años una sola vivienda social. Donde, en definitiva, han creído que el Norte no es necesario atenderlo. Y es un agravio comparativo”.

En su censura a la gestión de Alonso le ha secundado en alguna ocasión el alcalde del Puerto de la Cruz y actual coordinador regional del PP, Lope Afonso, en temas como la huelga del tranvía. Ya como candidato a la Presidencia del Cabildo, Afonso acusó a Alonso de “no haber sabido poner freno después de cuatro meses” a la protesta de los trabajadores y lamentó que el presidente de la Corporación insular “haya hecho oídos sordos a una moción aprobada por unanimidad en la Comisión de Presidencia”.

Más contundente se mostró Lope Afonso tras el fiasco de la construcción del Circuito del Motor: “La fallida pretensión del presidente del Cabildo de ocultar la continuidad de la relación con Walter Sciacca y otros aspectos relativos a la marcha de esta infraestructura deportiva fantasma son síntomas de que Carlos Alonso tiene mucho que ocultar respecto al Circuito del Motor y se avergüenza, como no es para menos, o no es capaz de asumir sus fracasos, que desgraciadamente costean los contribuyentes de la Isla”.

La remodelación de horarios y rutas de las guaguas de Titsa propició otro de los encontronazos en el Palacio Insular. “La Red Norte es un desastre”, llegó a afirmar Domínguez, que pidió a los responsables de los cambios, con el presidente del Cabildo a la cabeza, que “dejen de ocultarse tras lo que ha sido un rotundo fracaso”.
¿Y qué decir de la polémica sobre los precios del transporte público? Ahí tampoco el PP ha mirado hacia otro lado. “Carlos Alonso sigue tomándole el pelo a los tinerfeños con sus anuncios sobre las rebajas en el precio de los billetes de guagua y tranvía”.

En aquel momento, el líder del Partido Popular tinerfeño no mostraba ninguna duda de que Alonso estaba en una “campaña de marketing personal absoluta, cuando la realidad es que el servicio de transporte público es pésimo”.

Ahora, la pelota del pacto en el Cabildo vuelve a estar sobre el tejado del Partido Popular, que se coloca frente al espejo: ¿borrón y cuenta nueva y donde dije digo, digo Diego, o “altura de miras” y moción de censura junto al PSOE?

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