brexit

Canarias contempla tres escenarios alternativos ante los desafíos del ‘brexit’

El impacto de la salida del Reino Unido de la UE sería de mayor o menor gravedad en función de si la retirada es ordenada, con un periodo transitorio; pactada pero sin un acuerdo comercial o salvaje
Una réplica del cuadro 'El grito' (del noruego Edvard Munch), en una manifestación contra el 'brexit'. / DA

Una réplica del cuadro 'El grito' (del noruego Edvard Munch), en una manifestación contra el 'brexit'. / DA

El caos avanza conforme se retrasa el brexit. Un grito de desesperación acalla los silencios cómplices o complacientes. Ha llegado la hora de mirar el reloj para no perder el tiempo. Con Boris Johnson tambaleándose haciendo malabares sobre el alambre del circo de las calamidades, la salida del Reino Unido colapsa el canal de la Mancha. Después de que la Cámara de los Comunes arrebatara al premier el control de la situación, las conjeturas se disparan y las detonaciones suenan como los fuegos de artificio en las fiestas del Cristo. En Canarias miran al cielo y claman soluciones, no especulaciones. Un informe que la consejera de Economía, Conocimiento y Empleo Carolina Darias, detallará la próxima semana, en el primer pleno ordinario de la décima legislatura, vislumbra tres escenarios alternativos para el Archipiélago. Son básicamente los que esboza el Banco de España en una estimación de los efectos sobre la economía española de la desconexión del Reino Unido de la Unión Europea: una marcha ordenada con un periodo transitorio (pactado pero  todavía no ratificado), en el que la relación comercial futura entre el Reino Unido y la UE se fundamentaría en un tratado al modo del suscrito con Canadá en 2016 (CETA); sin un acuerdo comercial específico (las relaciones  bilaterales se gobernarían por las reglas generales de la Organización Mundial del Comercio, con el consiguiente establecimiento de barreras), y de forma abrupta,  que acarrearía disrupciones de las cadenas productivas e inestabilidad financiera. El producto interior bruto (PIB) británico se contraería, respectivamente, un 0,75%, un 4,75% y un 7,75% en términos acumulados al cabo de 5 años, tal y como ha previsto el Banco de Inglaterra. La libra esterlina se depreciaría el 2%, el 15% o el 25%. Los costes para la economía española serían “significativos”, dependiendo de cada supuesto, aunque, probablemente, “no desmesurados”.  Uno: el PIB se reduciría en un 0,02% en cinco años. Dos: un 0,5%. Y tres: entre una y dos décimas. En el ámbito canario se plantea reorientar las ayudas a la agricultura al amparo de su condición de región ultraperiférica (RUP) de la UE. Las exportaciones de tomate y pepino, así como las importaciones de papas, se verían afectadas en proporción al modelo. El turismo ya está viendo las orejas al lobo y la venta de inmuebles se resentirá de alguna manera. “Obviamente, un brexit duro sería nefasto para Canarias”, traslada al DIARIO Miguel Ángel Benedicto, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea. “En el turismo, con la devaluación de la moneda hay menos gastos y disminuyen las visitas. El brexit es un factor, no el único. En el campo agroalimentario, lo mismo: la papa, el tomate y el pepino van a tener problemas. Si se produce un brexit extremo, al día siguiente habría aranceles e incluso, al haber fronteras, los bienes perecederos tardarán más en llegar. Se perderían las subvenciones al transporte. Y los británicos son grandes compradores de viviendas”. 

Carolina Darias. / Fran Pallero
Carolina Darias. / Fran Pallero

Benedicto observa un decorado “endiablado, un círculo vicioso, una historia interminable”. Lo único que saca en claro es que este proceso, desde el referéndum del 23 de junio de 2016, está siendo una máquina de triturar primeros ministros: “David Cameron, Theresa May y ahora, quién sabe, Boris Johnson”. El experto consultado cree que los últimos movimientos prolongan la incertidumbre: “A mí me da la sensación de que es una patada hacia adelante. Se pretende que no haya un brexit brusco, por un lado, y una tercera prórroga, del 31 de octubre al 31 de enero de 2020. Luego, lo que tendrá que suceder es que los otros 27 estados miembros de la Unión Europea otorguen su consentimiento”. Benedicto percibe que Johnson va de farol: “¿Alguien tan egocéntrico como él, tan admirador de Winston Churchill, que ha escrito hasta su biografía, querrá pasar a la historia como la persona que llevó al país al abismo, con escasez de víveres, de medicamentos y desastres varios? ¿Estará dispuesto a asumir esa responsabilidad ante los ciudadanos? Yo pienso que no. Intenta lograr algo más de los Veintisiete, que hasta el momento se han mantenido muy firmes en su posición y no aceptan variar los puntos clave del documento rubricado con May”. 

Miguel Ángel Benedicto (Universidad Europea). / DA
Miguel Ángel Benedicto (Universidad Europea). / DA

El analista intuye que la presión de la oposición empujará a Johnson a convocar, si le dejan, unas elecciones anticipadas para el 15 de octubre, una vez que expire la controvertida suspensión temporal de las sesiones parlamentarias (del 10 de septiembre al 14 de octubre): “Enarbolará la bandera del brexit, con un Partido Conservador limpio, tras la anunciada expulsión de los veintiún rebeldes”. Con las manos atadas y los pies torcidos. Benedicto no descarta una segunda consulta popular, “poco factible” a fecha de hoy: “Tal vez, a medio o largo plazo. ¿Por qué no?”. Si preguntan a los monos de Gibraltar, se rascarían la cabeza y saltarían contentos: “Dudo que España cierre la verja de nuevo, como hace cincuenta años, porque hay muchísimo flujo. La comarca del Campo de Gibraltar es una de las zonas más deprimidas. Comprendo la inquietud a ambos lados”. El Gobierno de la colonia prepara un simulacro para el 2 de octubre inspirado en la peor de las variables.  

A ocho semanas de la hipotética retirada, la Comisión Europea ha publicado una lista de control para facilitar la tarea a las empresas al objeto de minimizar las perturbaciones en el comercio. Automáticamente, el Derecho primario y derivado de la UE dejará de aplicarse en el Reino Unido. Ante esa perspectiva, la CE ha creado un centro de atención telefónica para las administraciones públicas y atenderá a la ciudadanía en el número 00 800 67 89 10 11 (gratuito y en cualquiera de las lenguas oficiales). ¿La música de espera será la oda a la alegría o pompa y circunstancia? En las llamadas a la calma, la fibra sensible de la gente está saturada. 

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