Shaun May, un hombre británico de 34 años, fue declarado culpable de intento de asesinato tras asestar dos puñaladas a su esposa, Laura, tras pedirle que se vendara los ojos para “darle una sorpresa”, según ha informado Clarín. Los hechos tuvieron lugar hace dos años en la casa del matrimonio en Tunbridge Wells (Reino Unido).
Al parecer, el joven tapó los ojos de su esposa con un trapo de cocina y, posteriormente, le introdujo el cuchillo entre el cuello y el hombro, según Kent Online. Acto seguido, la llevó al hospital donde, por supuesto, no ‘coló’ su versión de los hechos. Y es que Shaun dijo a los médicos que Laura se había hecho daño con el cuchillo.
Una vez avisada la Policía, varios agentes procedieron a la detención de Shaun May.
Durante el juicio, Laura indicó que lo que esperaba de su marido era un regalo, en concreto una mascota, y también que nunca antes había vivido un episodio violento.
El hombre explicó en sede judicial que atacó a Laura porque lo habían despedido de su trabajo el día anterior al intento de asesinato y no sabía cómo seguir adelante.