el charco hondo

Lope

Hay conocidos a los que en realidad no llegas a conocer nunca, personas que no logras descifrar o a las que no terminas de interpretar adecuadamente, compañeros de trabajo ininteligibles, familiares que, así pasen mil años, no consigues traducir, conocidos desconocidos. Hay otras a las que, como Lope Afonso, conoces bien antes de terminarte el primer café. Hay quienes, como es el caso del exalcalde del Puerto de la Cruz, sí se dejan conocer a la primera. Y para bien. He estado con Lope una sola vez, y nuestra conversación duró lo que se tarda en pedir, tomar y pagar un cortado. Me sobraron minutos para descubrir a un tío afable, recto, buena gente. La Justicia ha condenado a Lope Afonso (consejero insular y coordinador general del PP canario, entre otras cosas) a nueve años de inhabilitación para cargo público, por haber incurrido en prevaricación al autorizar mercadillos de artesanía de forma irregular (lo absuelve de un delito de malversación de caudales públicos, recálquese). La jueza ha hecho su trabajo, y bien está que se exija a los gestores públicos ajustarse milimétricamente a lo que establecen los marcos legales. Alérgico como soy a los juicios paralelos o a los procesos sumarísimos que se escenifican en los medios de comunicación (siendo como son campo abonado a condenas ligeras de equipaje o a fusilamientos precipitados), milito en la premisa de que hay que dejar trabajar a la Justicia, respetar sus tiempos y procedimientos, y además hacerlo huyendo de las presunciones de culpabilidad o de la impaciencia; entre otras cosas, porque, si no estamos a lo que se haga o diga en los juzgados, facilitamos que una legión de espontáneos dicten sentencias. Así la cosa, los pronunciamientos judiciales deben respetarse -recurrirse o no, pero respetarse-. También este sobre Lope Afonso. Faltaría más. Ahora bien, también creo que es justo decir públicamente que a la persona que tardé un café en conocer bien no la veo haciendo trampas para enriquecerse, Lope no va de eso. El PP canario no está sobrado de bazas, y con el final político de Afonso pierde a uno de sus valores mayúsculos. Lope es un buen tío, un tipo educado, amable, honesto. La jueza ha cumplido con su obligación y ha dictaminado que el exconcejal se equivocó. Lo siento por Lope Afonso. He hablado con él una sola vez. Sin terminarme el cortado supe que tenía delante a una buena persona, a un tipo recto, honesto.

TE PUEDE INTERESAR