A partir de este próximo lunes, 16 de septiembre, sacar el carné de conducir será más fácil. Corren nuevos tiempos, y así la Dirección General de Tráfico ha tomado la decisión de, adaptándose a las nuevas tecnologías, permitir el uso durante los exámenes prácticos de varios dispositivos que son de mucha ayuda para los conductores, entre los que destacan dos sobre todos los demás: las cámaras de visión trasera y la asistencia de arranque en pendiente del vehículo.
Un alivio para aquellos que durante las prácticas tiemblan mientras desean que no se ponga en rojo el semáforo de esa calle tan pendiente por la que circulan; también, para los que no llevan muy bien eso de aparcar en espacios reducidos o de compleja maniobra por cualquier circunstancia. Sin embargo, el alumno debe saber durante el examen donde se activan y desactivan los mismos, si es que es posible, pero, sobre todo, su manejo. Además, deberá permanecer atento a cualquier fallo de estos sistemas que dejen, por ejemplo, a oscuras el coche dentro de un túnel.
“La progresiva implantación en los vehículos de los sistemas avanzados de ayuda a la conducción (ADAS), algunos de los cuales pasarán a ser obligatorio a partir del año 2022 conforme a la normativa comunitaria, ha hecho necesaria la revisión de los requisitos exigidos a los vehículos utilizados en las pruebas para la obtención de permisos de conducción y la actualización en consecuencia de los criterios de calificación”, ha explicado la DGT.
Desde el lunes día 16, se admitirán durante las pruebas para obtener el permiso de conducir, los siguientes sistemas de ayuda a la conducción:
- Sistema de para y arranque.
- Ayuda de arranque en pendiente.
- Sensores de aparcamiento.
- Activación automática de limpiaparabrisas.
- Alerta de tráfico cruzado.
- Cámaras de marcha atrás y de 360 grados.
- Alerta de frenada de emergencia.
- Frenada de emergencia automática.
- Encendido de luces automático.
- Sistema de detección de fatiga.
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