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El cielo canario ilumina los nuevos uniformes de Binter

En el Gran Telescopio de Canarias tuvo lugar la presentación de la renovada uniformidad, obra del diseñador alicantino Javier Ginestar,y basada en el firmamento de las Islas, tan valorado y venerado de un extremo al otro del globo terráqueo
El cielo canario ilumina los nuevos uniformes de Binter

La compañía aérea canaria por excelencia, Binter, continúa creciendo en todos los sentidos. Esta semana, anunció que sumará otro hito a los cosechados en los últimos años, incorporando tres rutas regulares con Pamplona, Zaragoza y Murcia, que servirán para ampliar las conexiones directas que ya poseen con diferentes destinos peninsulares. Además, presentó la nueva uniformidad que lucirá toda su familia de trabajadores, inspirada en el cielo de las islas.

El lugar escogido para celebrar el acto inaugural de la vestimenta fue, quizás, el más acorde con la temática: El Gran Telescopio de Canarias (Grantecan), ubicado en las cumbres de La Palma, y desde donde se ha avistado una enorme cantidad de cuerpos astrales, convirtiéndola en una instalación puntera a nivel mundial. En especial, por la calidad del firmamento, que mediante ley, conserva sus cualidades naturales.

En unas lanzaderas procedentes del aeropuerto palmero, los asistentes a la presentación pasaron del nivel del mar a lo más alto de la Isla Bonita, a 2.400 metros de altitud. Allí les esperaba un comité de bienvenida, que ofreció a los invitados una particular ‘agüita Binter’ de color verde, distintivo de la compañía. Posteriormente, los asistentes se trasladaron a la cúpula interior del telescopio, donde, visto el imponente escenario, se podía deducir que iba a tener lugar un hecho de suma relevancia, ya no solo para la compañía, sino para toda la sociedad canaria que confía día a día en la empresa que lidera Pedro Agustín del Castillo. En ese espacio, se dieron cita personalidades relevantes de los ámbitos público y privado.

Una vez allí, se escuchó una locución: “Es un momento de madurez para nuestra compañía. Hemos crecido en estos 30 años, y hoy despegamos hacia lo más alto de La Palma”, desde un lugar “mágico e inigualable, tan cerca de las estrellas”. Seguidamente, tomó la palabra el director del Grantecan, Romano Corradi, quien señaló que el instrumento de observación que acogía el evento era “una joya de la ciencia y tecnología española”. Se trata, pues, de “un infraestructura innovadora, que supone un estímulo importante” para nuestro país. Binter y el GTC, son un binomio que para Corradi tiene un lugar común, el cielo, que “está más poblado de lo que podemos ver con nuestros ojos, con aves, aviones comerciales, aviones militares o satélites artificiales”. Hoy en día, indicó, “tenemos catalogadas 1.600 estrellas de nuestra galaxia, y si salimos de aquí, tenemos fichadas otras 600”. Y de alguna manera, la labor científica que realizan desde el Roque de los Muchachos, busca “entender toda esa telaraña cósmica”.

Por su parte, la persona al frente de la compañía aérea fundada en 1989, que creyó posible unir las Islas entre sí y con el exterior, Pedro Agustín del Castillo, aseveró que “el desarrollo de Canarias nos ha motivado. La dinamización de la economía, la cultura o el medio ambiente. No hemos dejado de crecer, en las buenas y en las malas, llegando a los 1.500 empleados” con los que cuentan en la actualidad. Un esfuerzo que ha sido posible “gracias a nuestro equipo humano”. Así, hay un atributo que va ligado a la marca Binter, es “dar el mejor servicio al cliente”, y la nueva uniformidad, “está diseñada para que puedan prestar servicios de manera muy cómoda”. De igual manera, el presidente apuntó que han adquirido recientemente nuevas unidades de ATR 72-600. Unas inversiones que, unidas a otras que están por venir, “nos sirven para avanzar en el propósito de realizar nuestras actividades de la forma más sostenible posible”, añadió. Asimismo, agradeció a todo el personal del GTC que acogieran un momento tan importante para la aerolínea. Y para concluir, afirmó que pasajeros y Binter están “construyendo juntos el futuro de Canarias”.

El diseñador de los nuevos conjuntos con los que irán ataviados los trabajadores de la compañía líder del Archipiélago, Javier Ginestar, es la cuarta generación de su familia “entregada en cuerpo y alma al textil”, como él mismo indicó en el acto de presentación. Su relación con Binter nace el 28 de junio de 2017, momento a partir del cual se inicia “un proceso largo” pero necesario. Durante este tiempo, explica que “se han analizado los tejidos, los puestos de trabajo y los diseños para cada funcionalidad” Una labor en la que ha trabajado mano a mano con Patricia Hernández, jefa de Servicios en Cabina, con la que se muestra especialmente agradecido. Sobre los tejidos, concreta que se ha elaborado un hilo especial para Binter, con el fin de reflejar el mensaje de que “el pasajero es lo más importante”, así como “eliminar los tabúes que existen cuando se dice que lo elegante está reñido con lo confortable. Eso no es así. Se puede hacer todo”, apostilló Ginestar.

A partir del instante en que el autor de la nueva uniformidad concluyó su intervención, arrancó una cuenta atrás, seguida de una performance en la que estuvieron representados el cielo y las estrellas. Luego, fue proyectado un vídeo recordatorio de estos últimos 30 años y los avances que ha experimentado la aerolínea. Finalmente, la majestuosidad de los astros cobró vida en los tejidos que portaba un grupo de trabajadores de la compañía, dejando maravillados a los presentes durante su desfile.

Un estilo vintage con hilo diseñado exclusivamente para la compañía

De la uniformidad que próximamente lucirán los trabajadores de la aerolínea, se desprende un estilo que aglutina toda la historia vivida en los últimos 30 años. Una esencia que, para ser transmitida de la forma correcta, ha requerido que el diseñador ‘viviera’ con Binter durante casi un trienio, realizando minuciosos estudios de las funciones que cumple cada una de las personas que forman parte de la compañía, y tras los cuales, se elaboró en exclusiva una fibra, un hilo, inspirado en los cuerpos astrales que componen esa ‘telaraña cósmica’ que se visualiza en el cielo una vez caída la noche; el mismo que transitan los aviones de Binter cada día.

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