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“En La Laguna vamos a por el gran infractor en disciplina urbanística”

El concejal de Ordenación del Territorio Santiago Pérez fija un criterio claro a la inspección municipal. “No solo es de justicia, sino que también es disuasorio”, explica
Una empresa que, según Pérez, utiliza suelo no industrial para aparcamientos de vehículos en La Laguna. Cedida

“Hay un asunto en el que quiero poner especial énfasis: la disciplina urbanística. Es la parte, digamos, desagradable de esta nueva responsabilidad, y en estos meses he firmado más de mil decretos de resoluciones, de los que la tercera parte son expedientes de este tipo. En este asunto, tengo un criterio claro. Al final, la actuación de gobierno persigue una finalidad política, y al igual que el Gobierno de España le ordena a las fuerzas de seguridad que la prioridad es, por decir algo, perseguir la alta delincuencia organizada o la seguridad vial, también tienen que haber unos criterios de disciplina urbanística. Y entiendo que en La Laguna, siendo como son limitados nuestros recursos, a pesar del magnífico plantel de trabajadores con los que contamos en el Ayuntamiento, tenemos que fijar esos criterios con claridad. Y el nuestro tiene que ser: vamos a por el gran infractor”.

Quien así habla es el noveno teniente de alcalde y concejal de Ordenación del Territorio y Promoción de Desarrollo Local y Vivienda del Ayuntamiento de La Laguna, Santiago Pérez (Avante La Laguna), todo un veterano que se encuentra ahora al frente de una de las áreas más importantes de la Corporación de la Ciudad de Los Adelantados, un término municipal que, además, tiene por delante el reto de aprobar su nuevo plan de ordenación.

Pero Santiago Pérez sabe que una buena gestión en disciplina urbanística es un reto considerable para un municipio tan extenso y variado como el que nos ocupa, así que ha optado por priorizar recursos y poner el foco en lo que denomina como “grandes infractores”.

“No se puede investigar todo, pero los ciudadanos no podemos tener, en relación con la disciplina urbanística, la misma sensación que tenemos con Hacienda o hasta con la Justicia, por la que los grandes malhechores salen bien parados y todo el peso recae sobre el pequeño infractor”, continúa el concejal, para quien “hay muchas infracciones que carecen de trascendencia territorial, como, por ejemplo, cuando una familia de una zona rural de Tejina, Coromoto o del Camino de la Villa, echa una planta más en una vivienda terrera para poder alojar a uno de sus hijos, y durante años esa planta ha servido de hogar a esa familia, aunque no hayan podido terminar de enfoscarla por falta de medios. Resulta que a los 15 años se les abre un expediente de disciplina urbanística por dicha causa. No puede ser una prioridad para nosotros”, argumenta Santiago Pérez.

Casos concretos

Cuestionado, entonces, por si ha tenido tiempo de detectar a esos grandes infractores urbanísticos en dicho término municipal. “Sí, y me da la impresión que a algunos de ellos les sale a cuenta porque siempre el gran infractor es el mejor asesorado. El criterio, insisto, es que todo el esfuerzo tiene que dedicarse a atajar la gran infracción. Es de justicia, pero también persigue un efecto disuasorio, porque si la infracción urbanística resulta ser un buen negocio, atraerá a otros”.

En honor a su palabra, Pérez muestra a DIARIO DE AVISOS las imágenes (que acompañan a estas líneas) de un caso “que tiene lugar en la carretera de San Miguel de Geneto, donde una empresa de aparcamiento de vehículos se ha establecido y que alquila dicho espacio a entidades importadoras, a pesar de que no hay título jurídico que permita esa actividad en ese lugar. Para que se haga una idea del impacto, es de una extensión similar a la de diez campos de fútbol. Hay expedientes desde hace tres años por este caso. La actividad es legítima, pero tiene que llevarse a cabo en el suelo destinado para la misma. Hay que ponerle el cascabel a estos gatos”, concluyó el concejal.

“Hay quien se construyó el chalé bajo un invernadero”

Entre los casos de grandes infractores que cita el concejal lagunero de Urbanismo, Santiago Pérez, llama la atención el de “un chalé que, mientras era construido, se ocultaba la obra bajo lo que parecía ser un invernadero, para evitar que fuera detectada esta construcción ilegal antes de ser finalizada”, explicó el edil.

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