Un día, como otro cualquiera, Maëlle de 17 años comenzó a sentirse mal con náuseas y vómitos, y cuando le subió la fiebre decidió acudir a urgencias acompañada por sus padres. Sin embargo, el médico de guardia “le diagnosticó una gastroenteritis grave” y la familia regresó a casa.
Tan solo 24 horas después, la joven belga percibió una pérdida de visión y fue trasladada a un centro hospitalario donde finalmente le diagnosticaron el denominado síndrome de los Tampax. Se trata, en concreto, del Síndrome del Shock Tóxico (SST), una enfermedad muy poco frecuente aunque grave, que puede llegar a ser mortal, causada por unas toxinas producidas por la bacteria Straphylococcus aureus.
El SST puede ser tratado con éxito mediante un reconocimiento y tratamiento temprano de los síntomas. Un requisito que no se cumplió en el caso de Maëlle, cuyo personal médico no pudo salvar la vida de la afectada.
Ahora, su madre ha querido dar a conocer el caso de su hija fallecida en una entrevista concedida al medio local Sudinfo para evitar que vuelva a darse una situación similar. “Quiero informar [de lo ocurrido] para que lo que hemos pasado no vuelva a suceder” ha contado Laurence, quien ha pedido concienciar de esta enfermedad “para que todo el mundo pueda tener en cuenta el posible diagnóstico de shock tóxico”.
Los padres de Maëlle han publicado en Facebook un emotivo mensaje como despedida: “Mi ángel, mi orgullo se ha ido a las estrellas. Tú que soñaste con viajar por el mundo, estás en un viaje muy largo”.
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