Uno de los mayores retos a los que se enfrentan en estos momentos las empresas familiares es al de su continuidad. Esta es una de las principales conclusiones del Foro de Empresa Familiar organizado por la Fundación CajaCanarias y al que han acudido expertos y miembros de compañías familiares de las Islas.
Lázaro Rodríguez Ariza, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Granada habló de los principales retos a los que se enfrentan las empresas familiares e insistió en que “todos los negocios están en proceso de cambio con la llegada de la era digital y las familias”. “Hoy las familias no son las mismas que hace años. No hay dos empresas iguales y tampoco hay dos familias iguales, por lo que la diversidad de las empresas familiares es muy amplia”. Por este motivo, Rodríguez destacó la necesidad de que todas las compañías familiares cuenten con un asesor externo, “que puede ser un amigo de la familia, para facilitar el diálogo entre esta y la toma de decisiones”. De las 100 primeras empresas de la Unión Europea, el 25% son familiares. En Estados Unidos, por ejemplo, ocupan el 80%. Según Rodríguez, estos datos ponen de manifiesto el peso de la empresa familiar en la sociedad, “no solo porque promocionan los valores sociales, sino porque fijan la población al territorio y crean empleo”. Uno de los datos que también preocupan mucho a las empresas familiares es la “reputación”.
Solo el 5% de los negocios familiares llega a la tercera generación y la vida media de estas empresas es “menor” que la de una no familiar. Aún así, Rodríguez insiste en que se trata de compañías “menos endeudadas y más estables”.
El Foro culminó con un debate protagonizado por miembros de empresas familiares de las Islas: Claudio Alonso, del Grupo Domingo Alonso; Manuel Valle, presidente del Grupo Valora; Tomás Barreto, consejero delegado de Tomás Barreto SA; y Victoria López, Grupo Fedola.
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