El senador de Vermont, Bernie Sanders, entró como favorito en el Super Tuesday -el martes 3 de marzo, en el que muchos estados decidían quién será su representante en la convención demócrata de cara a las elecciones de 2020- pero fue la noche de Joe Biden. El exvicepresidente aprovechó el impulso de su gran victoria en Carolina del Sur y se estableció como la principal alternativa a su rival en el partido.
Biden ganó la mayoría de los estados- incluido Texas- el martes por la noche, lo que sienta las bases de una “pelea a muerte” en los próximos dos meses entre candidatos con ideologías muy diferentes: Sanders quiere un cambio radical; Biden cree en el progreso logrado al trabajar con los intereses en competencia de Washington.
De la sorpresa del Súper Martes, podemos llegar a varias conclusiones que arrojan luz sobre cómo se desarrollará a partir de ahora la carrera demócrata por la nominación del partido.
Biden y Sanders tienen bases de apoyo claramente diferenciadas
Las encuestas iniciales revelaron que a Biden le fue bien con los moderados y conservadores, los votantes mayores de 45 años y los afroamericanos. Sanders mostró fortaleza con los votantes liberales, los latinos y los votantes menores de 30 años.
Los votantes negros y latinos son pilares del partido demócrata, por lo que quien se convierta en el candidato debe tener su fuerte apoyo. Naturalmente, no podemos dejar atrás el voto femenino, que inclinó la balanza a favor de los demócratas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos en las elecciones de medio término en 2018. En este segmento, Biden logró la ventaja entre las mujeres y los graduados universitarios.
Sanders podría haber agotado ya su potencial
Biden claramente obtuvo el apoyo de muchos votantes tradicionalmente demócratas después de que la senadora de Minnesota Amy Klobuchar y el exalcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg abandonaran la campaña y le otorgaran su respaldo. El multimillonario Bloomberg también podría apoyar a Joe Biden, afianzando aún más su posicionamiento a la cabeza.
La esperanza de Sanders es llegar a recibir un impulso de la senadora de Massachusetts Elizabeth Warren, quien tuvo otra noche decepcionante, terminando tercera detrás de Biden y Sanders en su estado natal.
Los jóvenes no salen en masa a votar
Bernie Sanders daba por descontado el voto de los más jóvenes, pero la participación real de los menores de 30 años no está materializándose. Si bien Sanders está ganando grandes márgenes entre los votantes jóvenes, no está logrando una participación del electorado significativamente mayor que en elecciones pasadas. El martes por la noche, ni un solo estado vio un aumento en la participación de los votantes jóvenes en el electorado.
Posibilidades de un nuevo giro
Biden parece haberse visto favorecido en algunos estados, pero las encuestas han definido cuatro líderes diferentes en varios momentos durante esta carrera. El exvicepresidente tiene fama de ser indisciplinado, y su éxito es ciertamente un comodín. Sin embargo, un cambio como el que ocurrió este Súper Martes no tiene precedentes, y de continuar así, Biden obtendría la vía interna de la nominación libre de obstáculos.
La ideología por encima del dinero
Ningún político en la historia moderna de los Estados Unidos ha podido ignorar las primeras cuatro votaciones estatales y ganar la nominación. Bloomberg tenía una teoría plausible de cómo hacerlo basada en el gasto de 500 millones de dólares en su campaña. Sin embargo, el ímpetu de los votantes se llevó por delante la estrategia del dinero.
Los votantes estaban abiertos inicialmente a escuchar a Bloomberg, pero su pésima actuación durante el debate televisado lo condenaron. Sus calificaciones de favorabilidad se desplomaron, tanto que la mayoría de los votantes demócratas dijeron que tenían opiniones desfavorables de Bloomberg en las encuestas de salida, mientras que tenían opiniones muy favorables de Biden, Sanders y Warren.
La elección entre Joe Biden y Bernie Sanders
En cuestión de 72 horas, Joe Biden convirtió una victoria dominante en Carolina del Sur en una actuación arrolladora el Súper Martes, y lo consiguió sin mucha presencia personal, televisiva o en mítines de campaña en ninguno de los estados en los que arrasó y el resto del calendario de marzo favorece a Biden, no a Sanders. Los grupos más fuertes de Sanders hasta la fecha han sido jóvenes votantes y latinos, dos grupos que están representados en el suroeste. Pero California y Texas ya han votado, y Biden está listo para estirar su liderazgo en estados más viejos y más afroamericanos como Michigan, Missouri y Mississippi (10 de marzo), Florida e Illinois (17 de marzo) y Georgia (24 de marzo).
También cuenta a favor del expresidente de Estados Unidos, que este año, los demócratas podrían estar tan desesperados por cerrar filas para vencer al presidente Donald Trump, que se están apresurando a alinearse con la figura de Biden.
El tiempo que Sanders permanezca en la carrera dependerá finalmente de él mismo, pero cuanto antes se unifique el partido y elijan a un representante, mejor para los demócratas, y en este punto realmente, para alcanzar a Biden, Sanders requeriría otro cambio sísmico en la carrera.
Biden contra donald Trump
Es posible que Biden consiga ganarse el apoyo de los votantes republicanos moderados que están cansados de Trump y que no se ven amenazados por la presencia de Biden -desde su punto de vista, otro hombre blanco, heterosexual, y de cierta edad, cuyo mensaje de coexistencia entre ambos partidos, es conciliador-. Pero también es posible, si no probable, que Biden demuestre ser un candidato poco inspirador, que perderá más votos por la reducción de la participación que los que ganará al convertir a los republicanos.
Por otra parte, el gran potencial sin explotar para los demócratas reside en los jóvenes y los latinos, ninguno de los cuales parece particularmente entusiasmado con una nominación de Biden.
Investigación al hijo del candidato
A pesar de la insistencia de Biden de que vencerá a Trump, no es difícil imaginar a Trump destripándolo como un pez frente a las cámaras. Los republicanos en el Congreso ya están centrados en la investigación de Hunter Biden (hijo del candidato), historia que usarán sin duda para arrojar una sombra sobre Joe Biden como corrupto o simplemente vagamente poco fiable.
Por si fuera poco, el historial de Biden en temas como la justicia penal y la Seguridad Social le dan a Trump municiones suficientes para hacer que los demócratas se retiren con disgusto y decidan no votar.
Las elecciones son en noviembre, y aunque las sorpresas aún son posibles, las apuestas favorecen al actual presidente, previendo otros cuatro años de Donald Trump en la Casa Blanca, independientemente de que el rival sea Bernie Sanders, o Joe Biden, los dos únicos supervivientes por ahora de las primarias demócratas.
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