despuÉs del paréntesis

La quinta del buitre

Treinta y cinco años después de lo acaecido, Butragueño, Sanchís, Míchel, Martín Vázquez y Pardeza volvieron a encontrarse en el programa de Movistar + Informe Robinson. La cuestión no es la estima del recuerdo, es qué hicieron para que aún se les perpetúe como uno de los acontecimientos mas extraordinarios del fútbol español. Así, queda un récord en pie, cinco ligas ganadas de manera consecutiva, dos campeonatos de la UEFA y una frustración: la Copa de Europa, a causa del incondicional Milan de Sacchi. Lo que desarma a un deporte que por lo general se ha tenido por rudimentario y pegado a los bajos fondos es lo que esos personajes manifestaron. En primer término, unir la vida profesional a la vida universitaria. Sanchís y Butragueño son economistas titulados. Para Pardeza los libros son su mundo. Entusiasta de la literatura, la poesía en sumo grado, él mismo escritor. De lo cual se deduce que la praxis futbolística se asume por dos rigores: uno, la exquisita técnica que todos manifestaron y, dos, el pensamiento. No soslayaron analizar y asumir los elementos que ante sí se mostraban. Para los cinco, el fútbol es un juego sobre un espacio con dimensiones reguladas. Es un territorio a defender y a dominar para producir más que el contrario. Eso manifestaron, desde que el estadio era único para ellos a que el modo de producirse ahí lo era por tres condiciones insoslayables: la pasión, la solvencia y la energía. Eso hace grande a un futbolista y eso a ellos les sobraba. De lo cual se deduce que lo que portaban a la espalda no era números que identificaban, portaban a la persona. Y por ello dedujeron que jugar era una maravilla, que divertirse era impar y que el fútbol es instinto (para desgracia de algunos entrenadores). Es decir, lo que la quinta demostró es que el fútbol no estaba lejos de la calidad de quienes así lo practicaban y que el resultado era su especialidad. Lo que desplegó esa entrega fue lo contrario a la unilateralidad primitivista (por ejemplo, la furia española). El fútbol crea héroes singulares y, por ello, no está alejado de lo que ocurre en la sociedad: frente al demente Tejero, la argucia cultural de la movida o la izquierda (PSOE) en el poder. ¿Por qué consecuencias se condujeron? Por lo que Luis Aragonés le enseñó a la España que nada ganaba: un nuevo estilo; frente a rivales, compañeros; por lo segundo, un equipo en fe. En consecuencia, lo que se construye de otra manera nunca se olvida.

TE PUEDE INTERESAR