diario del aislamiento

Día 18

El confinamiento ha encontrado un himno, buenísimo. Estribillo. Qué aburrimiento profundo, que acabe la cuarentena, quiero salir y ver mundo. Himno de cuarentena. Éste sí. Otros no. Resistiré, del Dúo Dinámico, da bajona. Bailaremos la otra, la del vídeo; pero no será en abril. Canciones. Estribillo. Joaquín Sabina. Quién me ha robado el mes de abril, lo guardaba en el cajón donde guardo el corazón. Entran algunos mensajes. No los leo, más tarde. Afloja el tráfico de memes. El humor pierde fuelle, se veía venir. Se dispara la circulación de vídeos virales. Demasiados. Aspirantes afanados en llamar la atención. Inundan las redes. Si abrimos lo que llega al móvil, todo, sin excepción, nos quedaríamos sin horas para hacer las 34.693 tareas diarias que sugieren los psicólogos. Suena el teléfono. Será después. Escribo temprano, no vaya a ser que más tarde me líe reubicando los cuadros, barriendo sobre lo barrido y girando las macetas. Microorganismos humorísticos de confinado. Boberías de aislado. Sigo. Fernando Simón fue director de un centro de investigación en Manhica (Mozambique), y de un hospital en Ntita (Burundi). Merece respeto, consideración. Los entrenadores de fútbol que llenaban los bares también son expertos en pandemias, qué país. Me apunto que un día bajaremos la guardia, pasará. Nos relajaremos, mala cosa. Ocurrirá. Nos llevaremos las manos a ojos, nariz y boca demasiado pronto. Y no. Despacio. Años atrás, en África, pagué bajar la guardia. Con el paso de los días llega la relajación, desatiendes algunas pautas. Con el agua, por ejemplo. Bajar la guardia me costó fiebre a granel. El agua, no apta para estómagos europeos, me metió un gol. Sudáfrica. Zimbabue. Malí. Marruecos. Senegal. África es espectacular, su luz. Regreso al confinamiento. Vuelvo a casa. Desorden legislativo. Los decretos se redactan, y cuando estén redactados, entonces sí, se anuncian. El Gobierno está haciéndolo al revés, anuncia antes de redactar. Confunde, la lía. Me tomo un café. Vuelvo. Disponer del superávit es a lo público lo que el confinamiento al virus. Medidas inaplazables. Recetas urgentes. Alain Touraine lo fotografía bien. En Europa nadie responde, no hay nadie en lo alto de la tabla, ni ideas, ni dirección, ni estrategia, ni lenguaje; solo silencio -sentencia-. Otra vez el teléfono. Respondo. Día 18. Mayoría de edad como confinados. En unas horas acabará el marzo más antipático de nuestras vidas; adiós, que le den.

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