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NC exigirá a Sánchez suspender reglas fiscales y un trato diferenciado a las Islas

Acudirá al encuentro anunciado por el presidente estatal para la reconstrucción económica y social consecuencia del Covid-19 si se le convoca; apuesta también por un consenso en torno al desconfinamiento que sea compatible con la recuperación de la actividad económica
El presidente de Nueva Canarias y vicepresidente del Ejecutivo regional, Román Rodríguez. Sergio Méndez

Nueva Canarias anunció ayer que acudirá, siempre que dicha formación política sea convocada, a la cita anunciada en el Congreso de los Diputados por el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, con partidos y agentes sociales (patronal y sindicatos) para buscar un acuerdo amplio por la reconstrucción de España ante la crisis provocada por la Covid-19.

Y, por lo que se ve, dicha presencia de estos nacionalistas canarios no será precisamente testimonial, por cuanto la intención de los dirigentes de Nueva Canarias pasa por exigir que, como fruto de tales acuerdos, se proceda a la inmediata suspensión de las reglas fiscales, como el uso del superávit y la autorización de endeudamiento a largo plazo.

Para justificar lo que se antoja como una suerte de línea roja para NC, desde el partido que preside el también vicepresidente y consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez, se detalla que con tales medidas de urgencia se podrá aliviar la tesorería de las comunidades autónomas, a la vez que un trato diferenciado a Canarias para la reconstrucción económica y social dado el abrumador peso específico del turismo en las Islas.

Además, Rodríguez recordó que su formación política apuesta por un consenso en torno al desconfinamiento, de manera que no se ponga en riesgo los efectos positivos del control ejercido hasta el momento y esto sea compatible con la recuperación de la actividad económica. En este ámbito, el nacionalista entiende que Canarias puede tener condiciones, desde geográficas hasta sanitarias, para contar un calendario diferenciado, por supuesto, con rigor y apoyo científico; pero distinto. Por ejemplo, situaciones como La Graciosa y El Hierro, con escasa o nula incidencia de la pandemia, podrían salir antes del aislamiento.

Ya de cara a la reconstrucción posterior a la crisis sanitaria, en primer lugar, el planteamiento de Nueva Canarias radica en que se busquen los mecanismos necesarios para la reactivación de la economía y la atención a los más damnificados.

Hay que abordar, puntualiza Román Rodríguez, el aspecto económico y el social, para lo cual es inaplazable que el Ministerio de Hacienda formalice de verdad cómo se va a instrumentar la suspensión de las reglas fiscales ya asumida por la Unión Europea (UE), de modo que autorice expresa y concretamente el uso del superávit y sobre todo el endeudamiento a largo plazo “porque está tardando más de la cuenta en aclararlo, pese a que esto es clave para mantener los servicios públicos básicos y ayudar a los sectores productivos y vulnerables”.

En segundo lugar, NC reclamará el reconocimiento efectivo de los hechos diferenciales de Canarias, que no son nuevos, sino que cuentan con sólidas bases como las definidas en el REF y el estatuto de RUP. Román Rodríguez esgrime que, aunque en materia sanitaria nuestra posición es más alentadora que en el resto de España, en los aspectos económico y social estamos en una situación diferencialmente mucho peor.

“El Gobierno estatal tiene que entender que Canarias necesita respuestas diferenciadas, debido a nuestra dependencia de los servicios, particularmente del turismo, que supone el 35% de la economía y el 40% del empleo, mientras que en España representa el 12% y el 15%, respectivamente. Esto significa que su estructura productiva se puede recomponer con más facilidad y rapidez, por lo que tienen que garantizarnos un trato singular”, apuntó.

“La recaudación del IGIC ya ha caído un 66% en marzo y el total de los ingresos tributarios propios puede caer hasta un 80% en el próximo trimestre”, advirtió Rodríguez, quien en entrevista con DIARIO DE AVISOS calculó que “vamos a perder entre 15 y 20 puntos del PIB, lo que supone entre 7.000 y 10.000 millones de euros. En el peor año de la anterior crisis (2009) la pérdida fue de 3,8 puntos. Todos esos datos son indiscutibles y requieren una atención singular por parte del Gobierno de España y de la UE”, concluyó.

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