memorias

“Un día, los pasajeros del vuelo de Malaysia Airlines volverán a la Tierra”

Sería harto difícil resumir aquí las vivencias del comandante piloto Juan Reyes Rodríguez (La Guancha, Tenerife, 1951). Además de sus años en la aviación, en la que llegó a sumar 27.000 horas de vuelo, es titulado universitario en investigación de accidentes e incidentes de aeronaves y perito del COPAC, el Colegio de Pilotos
Juan Reyes Rodríguez
Juan Reyes Rodríguez
Juan Reyes Rodríguez, comandante de líneas aéreas e investigador de accidentes e incidentes de aeronaves. DA

Sería harto difícil resumir aquí las vivencias del comandante piloto Juan Reyes Rodríguez (La Guancha, Tenerife, 1951). Muchas veces cruzó el Atlántico pilotando aviones de Air Europa y se retiró en el A 330 de esa compañía el 9 de marzo de 2016, precisamente en un vuelo de Madrid a Tenerife. Sus compañeros le tributaron un gran homenaje a Juan Reyes, que volaba con su familia en el avión, sentado en el sillón del comandante. Además de sus años en la aviación, en la que llegó a sumar 27.000 horas de vuelo, Juan Reyes es titulado universitario en investigación de accidentes e incidentes de aeronaves y perito del COPAC, el Colegio de Pilotos. Formado en el Aero Club de Tenerife, en los Estados Unidos y en Venezuela, varias veces me llevó por esos mundos y personalmente le tengo un gran afecto. Pero para Juan todo cambió: su vida, sus creencias, quizá sus costumbres y su sentimiento de la vida, aquel 12 de marzo de 1997 –marzo, cómo no—volando desde el aeropuerto JFK (Nueva York) a Madrid en un Boeing 757 de Air Europa, antes de alcanzar la costa de Vigo.

-Aquel informe tuyo estuvo clasificado mucho tiempo.

“Ni siquiera sé si aún lo está, pero yo vivo ya retirado y no me importa contar lo que vi debajo de nosotros, que volábamos a 39.000 pies de altura”.

-¿Qué viste realmente?

“Mira, yo estaba descansando y mi copiloto me llamó, muy agitado. Yo debía hacer la aproximación a Barajas, pero todavía no habíamos alcanzado la costa de Vigo, estábamos a unas 80 millas de ella. Nos hallábamos en la posición N 42 26.9 W 009 31.2 Radial 295/50 NM de LEVX, a las 04,14 horas”.

-Disculpe el lector los términos de estas coordenadas, poco inteligibles para un profano, pero debo seguir con el relato.

“Recuerdo que mi segundo tenía una voz un tanto ronca y quedé un poco aturdido por la interrupción del pequeño descanso que hacíamos en cada vuelo transoceánico. Me dijo: “Fíjate en lo que tenemos debajo”. Y claro que me fijé”.

-¿Qué era?

“Desde nuestra altura FL 390, en condiciones totalmente VFR (de buena visibilidad), observamos un círculo (como la isla de Gran Canaria en cuanto a forma), totalmente iluminado, pero con mucha luz, y con dos focos muy potentes en medio. Y todo ese resplandor se veía nítidamente a través de una capa de nubes, calima o humo, perfectamente delimitada”.

-¿Informaste a Control Madrid de lo que estabas observando?

“Esta que te he contado fue la conversación con Control Madrid y, posteriormente, redacté el mismo informe dirigido al director de Operaciones de Air Europa, del que dependen nuestras líneas y aquella concretamente, la AEA 118 JFK-MAD”.

-¿Lo vio alguien más?

“Mira, detrás de nosotros, a diez minutos de distancia, volaba un DC-10 de Iberia que cubría el vuelo IB 6010 entre Montreal y Madrid, a las 04,30 horas. El comandante de ese vuelo vio exactamente lo mismo que nosotros y así lo comunicó a Control Madrid y a su compañía, suscribiendo en todos sus extremos mis palabras”.

-¿Hubo algún tipo de agresión de esa nave al avión?

“En absoluto, nada de nada. El DC-10 de Iberia fue autorizado a hacer un 360 (giro de 360 grados) porque el comandante quería tener más datos de lo que estaba ocurriendo y observando y no venían otros tráficos (aviones) detrás. Y fue autorizado. Pero al final parece que no pudo completar la maniobra”.

(Yo tengo testimonios de pilotos que se han topado con objetos no identificados en el espacio. Recuerdo ahora a mi gran amigo José Antonio Silva, periodista y piloto, que llegó a publicar varios libros sobre el tema. Y a Alberto Cerezo, que casualmente volaba como pasajero cuando aquel atentado en Mogadiscio, famoso en los anales de la aviación. Pero lo de Juan Reyes se ha convertido en pasión)

-Entonces, algo hay. No estamos solos.

“No sólo algo hay, sino que el Área 51, en Nevada (USA) es una base militar de alto secreto dedicada entre otras cosas a la investigación del fenómeno Ovni, pero nada de esto es reconocido por el Gobierno americano, como es natural. Allí se han desplegado también siete u ocho pistas de aterrizaje y tanto su existencia como su actividad son un completo misterio. Y desde luego no estamos solos”.

-Juan, te tengo que preguntar sobre la desaparición del vuelo MH 370 de Malaysia Airlines, que sigue siendo un misterio. Me consta que has estudiado a fondo el caso, como investigador de accidentes.

“El código deontológico de mi profesión investigadora me obliga a descubrir la verdad, o al menos a intentarlo, pero también a no buscar culpables. Quiero dejar esto muy claro”.

-Vale, dicho eso…

“Mira, el 8 de marzo de 2014 –otra vez el mes de marzo— desaparece del radar el vuelo MH 370, servido por un Boeing 777/200 de última generación con 239 pasajeros a bordo, 12 de los cuales eran miembros de la tripulación. Entrábamos en el mayor misterio de la historia de la aviación”.

-¿Qué ocurrió, qué pistas has encontrado en tus investigaciones?

“La principal pista son las manchas de combustible detectadas en la zona donde el avión supuestamente desaparece, sin encontrarse restos del aparato que tenía que haber dejado, de haber caído al mar, un rastro de radio de más o menos 500 kilómetros, ya que en ese avión flota casi todo, excepto los motores, el tren de aterrizaje y algunas partes internas de la aeronave”.

-¿Se pudieron obtener fotografías de esas manchas?

“Las hubo el día de la desaparición. Luego, misteriosamente, fueron borradas de Internet”.

-¿Entonces?

“Según el plan de vuelo, el avión se cargó con 49.647 kilos de combustible, unos 62.058 litros, con un peso total del aparato de 230.727 kilos, con una velocidad de referencia de 152 KT, 281,5 KM. Despega a las 00,41 LT. A las 01,20 LT reporta posición desde el punto Igari al control de Vietnam, límite con Malasia. En este punto ha gastado 7,5 TM y le quedan 42,1 TM de combustible para cuatro horas y 40 minutos de vuelo que le restan para llegar a Pekín”.

-Y deja de emitir.

“Según mi criterio, el transpondedor y el ADS dejan entonces de emitir”.

-¿Y luego?

“Después del llamado punto Igari, gira a la izquierda, basándome en las grandes manchas de keroseno, comienza un descenso y expulsa combustible y entra en espacio aéreo tailandés, volando sus últimos minutos echando fuera 41,0 toneladas de keroseno, quedándose con una tonelada para conseguir una velocidad de aproximación de 127 KTS, 235 KPH, con un peso total de 183 toneladas”.

-¿Cuál es tu opinión de lo que ocurrió, como experto?

“El avión fue buscado en un área amplísima por aviones y barcos, en la operación de rescate más grande de todos los tiempos. No apareció nada. Ni una servilleta, ni un cadáver, ni un resto de equipaje, nada. El flap que recaló en una isla del Índico no se demostró nunca que perteneciera al aparato desaparecido, que desde luego no voló siete horas hasta agotar el combustible. El misterio es grande, pero yo tengo una teoría que unos comparten y otros no. Y luego está el silencio, el silencio oficial infinito tanto de la constructora del avión como de los seguros, como de los gobiernos”.

-¿Cuál es tu teoría más solvente?

“Que el avión de Malaysia fue abducido por una superestructura gigante de 40×40 kilómetros; y me baso en una parecida a la del avistamiento sobre Vigo el 12 de marzo de 1997, y trasladada a una base fuera de la Tierra”.

-Estudiosos del fenómeno Ovni, desmentidos por incrédulos y por oficialistas, con el silencio de la NASA, dicen que existe una base extraña en la cara oculta de la Luna.

“Cuando el hombre llegó a la Luna, perdió todo interés por volver a explorar el satélite. ¿Qué fue lo que vieron los astronautas que la pisaron? ¿Cuáles son los datos que manejan las superpotencias? No sabemos lo que hay en esa cara oculta. Sólo digo eso”.

-¿Y qué fue de los pasajeros del vuelo de Malaysia?

“Sus móviles funcionaban después de la desaparición del avión. ¿Por qué? Dicen que era porque se encontraban en los equipajes. ¿Todos? En el mundo de la aviación ocurren cosas raras como aquel Curtis que pidió permiso para aterrizar en Maiquetía (Caracas) donde tenía que haber llegado años antes y no fue autorizado. Luego volvió a desaparecer, me parece”.

-¿Estás convencido de que los pasajeros del avión de Malaysia regresarán un día?

“Pienso que algún día volverán a la Tierra. ¿Cuándo? No lo sé”.

-¿No tienes miedo a contar estas cosas, ni a que te tachen de loco?

“En absoluto. La gente que me conoce sabe cómo soy, saben lo que conozco de este mundo de los aviones y de los objetos no identificados y conocen mis cualificaciones como investigador. Lo demás me da igual”.

-¿Has pensado en aportar tus datos para una serie sobre el vuelo de Malaysia Airlines?

“Ya veremos. Sí te diré que quien opine que no hay otros mundos, otras civilizaciones está en un error. Yo sé que esto es cíclico, lo del fenómeno Ovni, que aparece en la prensa y en la televisión por temporadas, pero ahí está. Y yo hablo desde la hipótesis, pero también desde lo que vimos todos, mi segundo, yo, todas las azafatas, la tripulación del avión de Iberia. Nada de eso nos lo inventamos. Además, cuando lo hice público, desde Vigo me respondieron que una familia entera pudo ver perfectamente la nave iluminada que nosotros observamos”.

-Juan, ¿por qué siempre los avistamientos y estos sucesos se producen en el mes de marzo?

“No lo sé. Pero existe una coincidencia de un 80%. Aquí en este planeta estamos en pañales en cuanto al estudio de estos fenómenos. No hemos podido averiguar cómo fueron capaces de construirse las pirámides de Egipto o las figuras de la isla de Pascua si la grúa fue inventada hace 300 años y era una grúa rudimentaria que no aguantaba muchos kilos de peso. ¿Cómo se levantan entonces estructuras de 5.000 toneladas?”.

-Vivimos en un planeta maleado, maldito. Ruin. Está muriendo la bondad. ¿No crees?

“Lo que vivimos es la tercera guerra mundial, que no es una guerra convencional, sino mucho más sibilina. Ya se habla de que el virus de Wuhan, el famoso coronavirus, forma parte de la guerra por el 5G, que lo revolucionará todo. No me cabe la menor duda de que tienen razón los que creen que se trata de un virus de laboratorio, que se les escapó, que se les fue de madre. Existe una guerra comercial por el 5G entre China y Rusia contra Estados Unidos y Europa. Le pararon a China el 5G y China se vengó y ha infectado al mundo”.

(Esta conversación podría durar mucho tiempo. Se ha realizado por teléfono, por razones del condenado coronavirus. El comandante Juan Reyes Rodríguez ha intervenido en docenas de espacios radiofónicos y programas de televisión, pero tiene la ilusión de esa serie a la que piensa aportar todas sus investigaciones. Ojalá que salga adelante porque este tema es, sin duda, apasionante. Un hombre que ha volado, además de aviones de hélice y turbohélices, el Boeing 737/300, el Boeing 757/200, el Boeing 767/200/300 y el A 330/200/300. Con 27.000 horas de vuelo a sus espaldas, la inmensa mayoría de ellas como comandante.)

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