tribuna

Bajo la marca España, por Arturo Trujillo

Por Arturo Trujillo

El sector del turismo en Canarias debe apostar por vender en el exterior la sanidad y la seguridad de las Islas. No me parece necesario que la imagen de Canarias deba apartarse de la marca España, como ha insinuado algún empresario de turismo de las islas, para poder recuperar el lugar preponderante que siempre ha tenido el sector. Y aunque entiendo el nerviosismo que la situación actual ha producido entre ellos, pienso que no hay necesidad de llegar a ese extremo. No puede ser que, mientras nos interesa, nos agarramos a la marca, pero cuando surge algún problema, somos los primeros en “abandonar el barco” y en decirle al resto de comunidades autónomas, ¡ahí os quedáis|. No me parece justo.

Otra cosa es que, sin tener que abandonar la marca España y teniendo en cuenta los momentos críticos a los que nos ha arrastrado la Covod-19, nuestros empresarios decidan programar en determinados países europeos, de manera individual, campañas informativas sobre las excelencias de nuestros sectores sanitario y de seguridad. Porque esos serán, sin duda, los principales referentes que los visitantes van a valorar a la hora de elegir sus vacaciones. Se trata, como ha dicho el presidente de los hosteleros de Gran Canaria, Germán Suárez, de “vender en el exterior la solvencia con la que las Islas han atajado el coronavirus”. Y para eso, repito, no es necesario salirse de la marca España, que tan buenos resultados nos ha dado. Durante años, y gracias sobre todo al esfuerzo de sus empresarios, el sector turismo de Canarias se ha mantenido como referencia en Europa. Y creo que sería una lástima, después de tantos esfuerzos, que perdiésemos ese “galardón”, por culpa del “coronavirus”. Y precisamente es a esos europeos a quienes hay que explicarles las diferencias que, sobre clima, seguridad, sanidad, comunicaciones, etc., existen entre el territorio peninsular y el insular. Ese es el esfuerzo que habrá que hacer de inmediato, contando con la ayuda de los gobiernos autonómico y central, y de la U.E. Es cierto que nunca,hemos tenido que utilizar las garantías sanitarias y de seguridad como cuestiones prioritarias a la hora de promocionar las islas. Pero ha llegado el momento. Ahora sí que necesitamos utilizar esos parámetros para convencer a los habitantes de Reino Unido, Alemania, Francia…, que nuestras islas son tanto o más seguras que sus propios países.

La Consejería de Turismo parece que así lo ha entendido. Y ha creado grupos de trabajo que tienen como finalidad convertir nuestra región en un laboratorio mundial de la seguridad turística. Pero, siempre hay quien parece querer ir contra corriente. Y en este caso le ha tocado al Gobierno de España con la aplicación de una cuarentena para todos los extranjeros que lleguen a nuestro país. Una medida que, en lugar de ayudar, lo que hace es poner piedras en el camino de la recuperación del sector.

Como lo ha hecho también Garzón, el ministro comunista de Consumo, quién ha dicho que “el turismo es un sector de bajo valor añadido y, por tanto, no es estratégico en España”. Pues menos mal que no lo es. Porque, sin serlo, aporta al PIB un 12 por ciento y lidera el ranking mundial de competitividad, imagínense si fuese estratégico. Y es que la ignorancia es muy atrevida.

Aunque ser “tonto pa siempre”, como dice José Mota en uno de sus más famosos sketches, aún es peor. Porque se puede ser ignorante y no pasa nada, y además siempre tendrá una oportunidad para dejar de serlo si pone un poco de empeño, pero, ser “tonto pa siempre”, no tiene marcha atrás.

Por eso, a nadie ha extrañado que la Mesa del Turismo haya exigido su dimisión. Aunque no creo que se llegue a producir.

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