Canarias se juega mucho hoy. Cuando las persianas de los establecimientos comienzan a abrirse tímidamente desde que se declaró el estado de alarma para acoger la visita de clientes a cuentagotas, el Ejecutivo canario abordará, en una reunión con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, las fórmulas con las que el Gobierno central ayudará a la población de las Islas, región más afectada por la situación actual dada su enorme dependencia de la actividad turística (35% del PIB y 40% de los empleos), herida de muerte por el parón derivado del confinamiento y las medidas que ha traído consigo la pandemia. De hecho, Cruz Roja Española hizo público ayer un balance de las actuaciones que han realizado los últimos dos meses en las Islas, que beneficiaron a 86.000 personas, más del doble de lo previsto inicialmente por los responsables de la organización.
Al encuentro asistirá el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, acompañado del vicepresidente y consejero de Hacienda y Asuntos Europeos, Román Rodríguez. Ambos, según han adelantado, defenderán que el Estado debe tener en consideración las singularidades de la Comunidad para dar una respuesta acorde a las necesidades. En el caso del primero, señaló ayer en una entrevista en 7.7 Radio que serán necesarios alrededor de 900 millones de euros adicionales a los 600 que ya se ha comprometido a aportar Madrid, para compensar la caída de la recaudación tanto de la administración autonómica como de las corporaciones locales, cifrada en 1.500 millones.
Por su parte, Rodríguez ha defendido desde que comenzó la crisis que el Estado debe permitir al Archipiélago endeudarse, es decir, flexibilizar la normativa nacional a la que está sometido en materia económica, al igual que la Unión Europea ha hecho con sus Estados miembros, incluida España. Además, ha afirmado que es necesario desbloquear el superávit en manos de las entidades bancarias, que asciende a 4.000 millones de euros. Aún así, también ha propuesto una alternativa a dichas medidas, y es que sea el propio Gobierno central quien suministre la inyección de capital requerida para salir de la hecatombe económica en la que se sumirá esta tierra tras concluir la desescalada; periodo en el que, prevé, habrá “miseria y hambre” si no se tiene una velocidad de acción adecuada, tal como manifestó el lunes en el Punto de Encuentro de DIARIO DE AVISOS.
De este modo, Canarias no solo buscará que Madrid le lance un salvavidas en medio de la tormenta económica y social, sino que se ponga en valor el cumplimiento que reflejan las cuentas de la autonomía, con una deuda equivalente al 14% del PIB en el año 2019, siendo la segunda menos endeudada del país, tan solo por detrás de Euskadi.
Todo ello se produce en medio de un horizonte difuso para el sector turístico, que desconoce si podrá recibir visitantes este verano. Sobre dicha incógnita la UE arrojó ayer algo de esperanza, asegurando que no da por perdida la temporada en naciones como España, si bien aún no ha definido con exactitud cuáles serán los estándares de seguridad sanitaria que deberán respectar los miembros del club comunitario.
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