tribuna

Cercanía versus aislamiento, por Alfonso Cabello

Moncloa lo ha denominado Plan para la Transición hacia una Nueva Normalidad. La salida del confinamiento debía llevar un nombre -como casi todo en la vida- y mejor recurrir a los eufemismos. En su aplicación práctica, tras el ensayo 0, la llave para atravesar la puerta y volver a la calle no es una, sino varias, en forma de fases. Así que desde este lunes estamos con la primera. ¿Un balance inicial en Santa Cruz? Decepcionante. Me gustaría recurrir a otro calificativo, pero dejaría de manifestarme con honestidad.

Ni las medidas económicas apuntadas en el plan estatal ni las acciones implementadas por el Ayuntamiento (mucho menos) están respondiendo a las expectativas. Basta con darse una vuelta por sus diferentes distritos y barrios y charlar con empresarios, autónomos y vecinos para comprobarlo. Una cosa es recuperar la calle para pasear o hacer deporte y otra, muy diferente, reactivar la economía local.

No hay que perder de vista que la desescalada requiere cautelas, que en modo alguno han desaparecido los riesgos y que todos hemos de aplicarnos en el cumplimiento de una serie de normas de autoprotección. Pero, en paralelo, para evitar que la crisis económica acabe por devorarnos como un tsunami, necesitamos otra manera de hacer las cosas desde las administraciones. En este caso, la local: desde el Ayuntamiento.

No puede ser que el Consistorio santacrucero fíe toda su actuación al diseño de un paquete, más o menos mayor, de ayudas puntuales. Y menos aún si su reparto se gestiona a cuentagotas. La consecuencia de cada día que pasa sin medidas ágiles y certeras se paga con el cierre de un negocio y la pérdida de puestos de trabajos. Ni más ni menos. A ver si la alcaldesa, de una vez por todas, toma conciencia de esta realidad.

Otro rasgo para tener en cuenta es el carácter asimétrico de las decisiones a adoptar: a realidades distintas, decisiones diferentes. El Ayuntamiento tiene que repensar los espacios de Santa Cruz, que es un territorio diverso, con sus peculiaridades geográficas, poblacionales, económicas y urbanísticas, para desarrollar actuaciones adaptadas a sus necesidades.

En el comercio, la hostelería y la restauración hallamos un ejemplo. Sobre todo, contando con que la pequeña economía de barrio será estratégica en estos meses que están por venir. Si no queremos convertir las calles de nuestra ciudad, de sus pueblos y barrios, en solares con negocios que no terminaron de levantar sus persianas.

Desde el grupo municipal de CC-PNC, la formación con más apoyo popular en las últimas elecciones, seguimos tendiendo la mano al gobierno multicolor de Patricia Hernández para participar en la recuperación de Santa Cruz. Llevamos más de 50 días proclamando esta voluntad, aportando propuestas, reuniéndonos con todos los sectores vecinales, sociales, económicos, empresariales… Pero desde el Consistorio se nos responda con evasivas que rayan el desprecio. Impropio de quienes presumieron de talante.

Aún así, no vamos a decaer. Más bien, todo lo contrario. Del contacto intenso y permanente con nuestra gente extraemos una ilusión que nos retroalimenta. Por ejemplo: igual que antaño trabamos relación con tantos pequeños emprendedores de nuestra ciudad (el de la frutería de la esquina, el del bar de arriba, la de la tienda de dos calles más abajo…), estos últimos días hemos reforzado esa proximidad, con algunos de ellos, por la vía digital. Atendiendo su oferta alternativa y escuchando sus necesidades para salir adelante.

Santa Cruz es cercana y amable, porque así son nuestras gentes. Santa Cruz es diversa y popular, porque se traza desde casi un centenar de barrios. Santa Cruz es dialogante y solidaria, sobre todo en tiempos de adversidad, como el momento presente. Y todo esto parece no querer entenderlo quienes se aíslan en el castillo consistorial de la soberbia. Muy a su pesar, saldremos adelante.

* Concejal de Coalición Canaria en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife

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