El 51% de los españoles supera la prueba y pasan el lunes a la fase 1

Diario de Avisos / Agencias

Once comunidades autónomas (entre ellas Canarias, que ya contaba con la avanzadilla de La Gomera, El Hierro y La Graciosa), además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, pasarán el próximo lunes a la fase 1 de la desescalada, en la que se relajan algunas de las restricciones impuestas para controlar el coronavirus, mientras que otras cinco lo harán solo muy parcialmente, como Cataluña, Valencia o Castilla León. Por su parte, la totalidad de la Comunidad de Madrid permanecerá de momento en la fase 0.

Así lo anunció ayer en rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa el director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias (Ccaes), Fernando Simón. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, señaló, por su parte, que el 51% de la población española pasará a la fase 1.

Según recordaron tanto Simón como Illa, las decisiones se han tomado a propuesta de la Dirección General Pública, que se basa en los informes elaborados por los técnicos del Ccaes y de otras unidades del Ministerio de Sanidad tras recibir esta semana las propuestas de las comunidades y mantener reuniones bilaterales con los gobiernos autonómicos.

Las autonomías que podrán iniciar la fase 1, según han determinado las autoridades sanitarias, son Canarias, Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón, Murcia, Extremadura y Baleares, además de Ceuta y Melilla.

Así las cosas, los más de 2.100.000 canarios podrán disfrutar pasado mañana de los beneficios que esta semana han contado solo unos 34.000 de los mismos, que son los residentes de La Gomera, El Hierro y La Graciosa. También Formentera (Baleares) lleva en la fase 1 desde el pasado lunes.

Respecto al resto de las comunidades autónomas, hay que tener en cuenta que Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana, solo avanzan de fase algunos territorios -zonas sanitarias o provincias enteras-, mientras que Madrid continúa en la fase 0, al no cumplir los requisitos necesarios para pasar, a pesar de que así lo había solicitado dicha comunidad autónoma, en una decisión lo suficientemente polémica como para provocar la inmediata dimisión de la directora general de Salud Pública madrileña, Yolanda Fuentes, quien se negó a firmar la misma al entender que no prevalecían “los criterios de salud”, como explicó en una carta acerca de los motivos de tal renuncia.

Sea como fuere, el ministro de Sanidad explicó ayer que las decisiones adoptadas se basan, en primer lugar, en la cogobernanza entre el Ejecutivo central y las comunidades autónomas, para “decidir conjuntamente” y con “corresponsabilidad” qué territorios están en condiciones de progresar, porque cumplen los criterios establecidos, y cuáles no.

Y el segundo factor es la “cautela”, porque, según ha recalcado, “toda prudencia es poca” al tomar unas decisiones que “son complejas, no tienen precedentes y requieren más que nunca de disciplina social y de que se atiendan las recomendaciones de las autoridades sanitarias”. Tras semanas de confinamiento estricto, ahora se trata de “consolidar el control de la epidemia”, añadió Salvador Illa.

El caso de Madrid

Como no podía ser de otra manera, el fracaso de Madrid fue tema central en dicha rueda de prensa. Tras insistir Illa en que la decisión no ha pesado ninguna otra consideración que el “análisis técnico de la documentación” que el Gobierno madrileño ha hecho llegar, desveló que la Consejería de Sanidad de dicha comunidad autónoma y el Ejecutivo central mantuvieron dos reuniones en las últimas horas: la primera, el jueves por la noche, tras la cual la comunidad envió su propuesta de cambio de fase, y la segunda ayer, en la que el Ministerio expuso los argumentos por los que decide que Madrid se quede en la fase 0.

En concreto, el ministro subrayó que la Comunidad de Madrid tiene una “capacidad asistencial alta”, pero hay otros criterios que cree que debe desarrollar, como son los mecanismos de detección precoz de la enfermedad, para lo cual tendrá que “reforzar la atención primaria para tener capacidad de que todos aquellos casos con sintomatología puedan ser diagnosticados con una prueba PCR”.

A la pregunta de si Madrid estará en condiciones de pasar de fase el próximo fin de semana, si es que la comunidad así lo solicita, Illa ha dicho que no lo sabe a día de hoy [ayer para el lector] y que habrá que esperar a que el Gobierno autonómico lo pida, además de estudiar la documentación que aporte. “Veremos cómo evolucionan las cosas y si el cambio de fase se puede producir”, apuntó.

Aunque Illa no quiso pronunciarse sobre la dimisión de Yolanda Fuentes, Simón sí que explicó que la conoce desde hace “muchos años” y que trabajó estrechamente con ella durante la crisis del ébola en 2014. “La doctora es una profesional excepcional, muy buena persona y, en general, muy querida por todos los que han trabajado con ella”, afirmó.