tribuna

Hacer de la necesidad virtud, por Omar Batista

Estamos en un impasse. No vamos a volver a principios de enero. Esta pandemia va a hacer que nuestra vida sea diferente, y ello se va a notar especialmente en las Islas Canarias

Estamos en un impasse. No vamos a volver a principios de enero. Esta pandemia va a hacer que nuestra vida sea diferente, y ello se va a notar especialmente en las Islas Canarias.

Las islas son territorios dependientes de los continentes. Normalmente, en las grandes urbes de los continentes todo llega antes y todo se expande antes. Cuanto más amplio es un territorio menos control tienes sobre el mismo, y más difícil es la gestión de lo colectivo. Eso en una isla es distinto, dado que lo que entra y lo que sale de la misma es más controlable, si es que se quiere controlar. ¿Está esto en la mente del Gobierno? Habrá que verlo. Desde luego que no es lo mismo controlar la expansión de una pandemia en territorio peninsular español que en territorios totalmente rodeados por mar, de no más de 2000 km cuadrados. Vivimos en un gran Archipiélago al que esta gran epidemia puede dejar cojito durante muchos meses. El 74,6% del PIB canario proviene del sector terciario.

Hace días pude leer una entrevista en BBC a Michael Ignatieff, rector de la Universidad Central Europea, con sede hoy en Hungría, financiada por George Soros, donde planteaba que esto es una prueba para los sistemas políticos, dado que se está viendo en tiempo real si un mayor índice de calidad democrática está correlacionado, o no, con una mayor capacidad para controlar una pandemia.

Ahí se me ocurren más ejercicios de política comparada, oportunos, ¿los territorios insulares ultraperiféricos pueden sobrellevar esta situación de forma más llevadera que las grandes ciudades continentales? Pensemos como deben estar llevándose estas situaciones en Puerto Rico, Azores, Cuba o Hawaii. Siempre que no haya un foco muy intenso, seguro que mucho mejor que en continente.

La Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias anunció hace días que estudiaba la implementación de un nuevo protocolo de seguridad turística frente esta pandemia para los próximos meses. Ya me estoy imaginando anuncios por todo el mundo que sustituyen el Tax Free por Coronavirus Free in Canary Islands. ¿Se refiere esta idea a evaluar a cada visitante de Canarias en nuestros aeropuertos? Es muy interesante si así es. Ser conscientes de nuestra soledad geográfica y de la particularidad de nuestro sistema económico, poniendo todos los esfuerzos desde entidades públicas y privadas para producir en estas Islas material para la prevención y evaluación de la enfermedad que nos persigue es totalmente ir en la línea de capear los condicionantes actuales del coronavirus.

Si a ello le sumamos una iniciativa de provecho para mejorar las instalaciones de nuestro sector turístico, reequilibrando la relación entre el sector público y el privado, creo que podremos estar hablando de una salida exitosa para este Archipiélago de la crisis que vivimos.

En cualquier caso, rehabilitar las zonas turísticas no sería suficiente, conducirnos exclusivamente a un turismo de lujo, tendrá que ver no solo con el estado de las infraestructuras, si no con la capacidad de que podamos dar verdadera seguridad turística en medio de una pandemia.

Este es un momento fantástico para reflexionar sobre qué Archipiélago queremos, y cómo preferimos que se oriente su tejido productivo, porque es evidente, que no tendrá los mismos elementos que hasta ahora.

Hoy hemos dado al botón de pausa, tenemos un momento de calma para poder pensar qué queremos, cómo queremos salir de esta crisis y qué sectores debemos incentivar desde diferentes iniciativas públicas y privadas para poder hacer posible una vida buena para todos en el futuro.

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