La situación financiera a la que tienen que hacer frente las diferentes administraciones ante el incremento del gasto derivado de la crisis de la Covid-19 está obligando a las instituciones a reajustar sus presupuestos sobre la marcha, y a estimar, de aquí a final de año, las necesidades que se van a dar. En el caso de Santa Cruz, según explicó ayer el concejal de Hacienda, José Sabaté, tienen previsto pedir un crédito de 40 millones de euros para reforzar la liquidez municipal. Durante su comparecencia en la Comisión de Control del Ayuntamiento de Santa Cruz detalló que su área estima la caída de ingresos a la que se va a enfrentar el consistorio en unos 32 millones de euros solo este año. Según explicó, “partíamos de una situación de ahorro positivo de 13 millones procedentes de 2019, y vamos a caer hasta un ahorro negativo de 19 millones a final de año. A esto hay que sumar la caída de ingresos derivados de los tributos propios, que calculamos que será del 10%, unos 8 millones, y los ingresos procedentes del REF, que ya nos ha comunicado el Gobierno de Canarias que se reducirán el 54%, por lo que nuestra parte se verá muy afectada”.
El también edil de Recursos Humanos, que compareció a petición de Unidas Podemos, detalló que, “dado que solo podemos endeudarnos teniendo ahorro positivo, la opción de solicitar un crédito la tenemos ahora, ya que, más adelante no se va a dar. Así que hemos previsto pedir unos 40 millones de euros, sobre todo con el objetivo de aumentar nuestra liquidez”. Y es que, tal y como detalló Sabaté, “en estos momentos tenemos unos 40 millones en los bancos, un dinero que, solo con el pago de las facturas pendientes, se agotarían. Así que con la solicitud del crédito, que por otra parte solo podemos dedicarlo a inversión, reforzaríamos esa liquidez”.
Explicó el concejal que lo ideal sería poder usar el dinero del superávit y los remanentes de tesorería, “pero ahora mismo, las condiciones que pone el Gobierno (central) para dedicar ese 20% a los servicios sociales son tan complicadas que estamos a la espera de ver cómo se puede materializar si finalmente se nos autoriza”. También avanzó que, en las proyecciones realizadas, el efecto Covid-19 se prolongará hasta 2023, cuando se vuelva al ahorro positivo. “En 2021 y 2022 estimamos una caída de ingresos del 33% en cada uno de los ejercicios”, concluyó.
La baja presión fiscal evita que se puedan bajar más los impuestos
Desde la oposición, tanto el PP como CC interpelaron al concejal de Hacienda sobre la posibilidad de bonificar o subvencionar de forma directa el pago de impuestos, puesto que, como reconoció José Sabaté, Santa Cruz es una de las capitales de provincia que menor presión fiscal presenta, por lo que no se pueden bajar más los tributos. Detalló el edil de Hacienda que, “hemos alargado los plazos para el pago voluntario de impuestos y también facilitado los aplazamientos, pero no podemos exonerar del pago de impuestos como el IBI”.
El portavoz de CC, Juan José Martínez, lamentó que Santa Cruz no esté presionando para obligar a disponer del superávit y los remanentes a los ayuntamientos, y reprochó que se haya renunciado a la figura del IBI social, “que podría ayudar a las personas más vulnerables”. En cuanto a la baja presión fiscal, Martínez, defendió que se hizo en el mandato pasado porque las circunstancias lo avalaban.
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