diario del aislamiento

Día 79

Las neveras de playa (para las cervezas o el vino, poco más) serán a julio -y agosto- lo que el papel higiénico fue a marzo, la levadura a abril y las piscinas desmontables a mayo. La escasez de mesas -en las terrazas- augura un verano de gente paseando las cañas (de beber, no de pescar); y también de home-parties. Acumulo algunas anotaciones -y retornos-. Recupero un mensaje. Hay quien se sorprende porque conté (ayer) lo mucho que aprendí con Adán (Martín). Sorprende tu sorpresa, respondo. Los años cumplidos nos hacen libres. No bajo la voz cuando aludo (para bien) a gente que me mereció mucho la pena conocer de cerca -Adán, entre otros-. Algunos conocidos -presidentes, alcaldes ..- y otros que ni lo fueron (o son) ni falta que les hizo (o hace). A algunos los perdimos. Milito en el ejército que echa de menos a Juan Carlos Alemán (camarada, cómo está el patio por aquí; sigo preguntándome qué dirías sobre esto o aquello). Gente que aprecié y respeto -valoro-. Este diario acogerá otros ejemplos -es inevitable, normal-. Retornos -otro-. Respondo. Cuando digo que creo en Canarias conjugo creer, no crear (ya me gustaría, pero la creación es cosa de otros). En las reuniones con amigos se habla mucho de la actual generación de políticos -en Madrid-. Preocupación, mucha (y bochorno, también). El país saldrá adelante a pesar de ellos -coincidencia compartida por perfiles ideológicos escasamente coincidentes-. Escribe José Antonio Marina sobre las leyes de la sociedad del aprendizaje -aprendizaje o marginación-. Mientras discutimos sobre si calidad o equidad, si galgos o podencos, el mundo sigue su curso -advierte-. Dejemos el pesimismo para tiempos mejores, apunta el autor de Historia visual de la inteligencia -si no es por su sobrina, ayer se me pasa la reflexión de Marina-. Filósofos que arrojen luz para sobrevivir a la ausencia de líderes. Ana Vidal (periodista) fue alumna de Innerarity. Sus análisis han descendido sin prisas pero sin pausa a la realidad, me escribe (Ana es una de las periodistas más solventes que conozco; y discreta, me matará por haberlo escrito). Se ha firmado -en Canarias- el pacto de la reconstrucción (de la sensatez, cabría decir); la distancia que impone el virus hace que la foto del pacto parezca la portada de un disco de los 80. Acaba mayo. Han pasado 365 días desde las últimas elecciones locales. Muchos alcaldes no dirán nada porque nada tienen que decir quienes nada han hecho -año perdido en algunos municipios-. Se excusarán con el confinamiento, y no. Se acerca la fase 3 -haz lo que debas, por resumirla-.

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