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Llegan a Fuerteventura otros 32 migrantes, con un protocolo reforzado de prevención de Covid

La llegada de este grupo a la isla ha estado rodeada de estrictas medidas sanitarias de seguridad, después de que ayer, miércoles, 14 de los 39 ocupantes de otra patera que llegó en domingo también desde El Aaiún dieran positivo en las pruebas de coronavirus

La Salvamar Mízar de Salvamento Marítimo ha desembarcado pasadas las 19.25 horas en Puerto del Rosario a los 32 inmigrantes subsaharianos, ente ellos dos bebés, rescatados esta tarde a 59 kilómetros al sureste de Fuerteventura de una neumática con la que habían partido de El Aaiún.

La llegada de este grupo a la isla ha estado rodeada de medidas sanitarias de seguridad reforzadas, después de que ayer, miércoles, 14 de los 39 ocupantes de otra patera que llegó en domingo también desde El Aaiún dieran positivo en las pruebas de covid-19.

Según han informado a Efe fuentes oficiales, por ese motivo se decidió no utilizar el puerto base habitual de la Salvamar Mízar, en Gran Tarajal, y dirigir al grupo al muelle de la localidad donde van a pasar los próximos 14 días en cuarentena, Puerto del Rosario.

La razón, han explicado las fuentes, es que se ha buscado reducir traslados y número de personas expuestas a posibles contactos.

Casi al mismo tiempo que estas 32 personas (20 hombres, 10 mujeres y dos bebés) tocaban tierra, salían de la nave portuaria donde estaban también en cuarentena los miembros de la patera en la que se ha detectado el mayor número de contagios observados hasta la fecha ahora en Canarias entre los inmigrantes, que venían siendo esporádicos, de una o dos personas en algunas embarcaciones.

Esa instalación la van a ocupar, en cuanto sea desinfectada, los recién llegados al puerto, que mientras tanto permanecerán unas horas en hospitales de campaña de Cruz Roja en el muelle.

Del muelle de Puerto del Rosario, el grupo de inmigrantes del domingo ha sido trasladado en furgones policiales -también por seguridad sanitaria- a un almacén en las afueras de la ciudad propiedad del Cabildo de Fuerteventura, la llamada “nave del queso”.

Ese espacio justo acababa de quedarse libre, pues allí han terminado de cumplir la cuarentena obligatoria para todo el que llegue a España desde otro país 59 inmigrantes de otra patera del 3 de junio, que ahora van a ser acogidos por la Misión Cristina Moderna, una ONG evangélica que estos momentos asiste a más de 200 jóvenes africanos en Fuerteventura.

Desde hace semanas, el Gobierno de Canarias estableció como medida de seguridad complementaria a la cuarentena que se hicieran pruebas PCR a todos los ocupantes de las pateras nada más llegar a puerto, al comenzar su periodo obligatorio de aislamiento.

Por eso las autoridades sanitarias de las islas han insistido este viernes que los 14 casos aflorados de golpe en Fuerteventura, cuando Canarias llevaba varios días sin positivos o a lo sumo con tres o cuatro por jornada, no los contabilizan como un brote, ya que el grupo está identificado, aislado y controlado desde su llegada a tierra y se sabe que todos los positivos se contagiaron fuera.

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