El Círculo de Empresarios y Profesionales del Sur de Tenerife (CEST) ha pedido al Gobierno canario que, para convencer al Reino Unido para que levante la cuarentena a los británicos que viajen a las islas, financie que se hagan test a los turistas antes de regresar a sus países de origen.
El presidente del círculo empresarial del sur de Tenerife indica en un comunicado que no se puede perder más tiempo, y añade que con los controles antes de embarcar se podrían ofrecer garantías sanitarias suficientes al Gobierno de Londres.
Dice que la propuesta tiene el respaldo de muchas asociaciones empresariales y que, además, ha sido bien acogida por responsables públicos tanto del ámbito local como insular o autonómico.
El CEST considera que Canarias debe reaccionar de forma urgente porque de lo contrario se habrá perdido la oportunidad de salvar la temporada alta.
El Círculo de Empresarios del Sur considera que la iniciativa de los test debe dirimirse entre los gobiernos central y autonómico, a los que exige más celeridad en la reacción así como en la toma de decisiones para evitar que “se siga llegando tarde en la adopción de medidas para salvar la temporada de invierno”.
Desde el círculo de empresarios se apunta que las dudas sobre el derecho de los turistas a negarse a dicho test quedarían salvadas si, como se pretende, aceptar que se les haga el control permite no verse obligados a pasar la cuarentena al pisar suelo británico.
Para los empresarios el Gobierno de España “lejos” de obstaculizar la medida debe dar “luz verde” a que el Ejecutivo autonómico la lleve a cabo con sus medios y asumiendo esa responsabilidad en las instalaciones aeroportuarias.
En esa dirección, el CEST valora que los responsables de AENA no pongan problemas a la realización de los test en las terminales de salida o de entrada si se despejan los posibles problemas logísticos.
Los empresarios celebran que se hagan protocolos de registro digital, control de temperaturas y evaluaciones médicas antes de pasar a la sala de recogida de equipajes, “quedando abierta la puerta en cualquier caso a la posibilidad de realizar dichos controles una vez se abandone la instalación aeroportuaria, aunque reiteran que el mecanismo idóneo pasa por hacer los test con código QR en los aeropuertos de origen, registrado y controlado por las aerolíneas”.