internacional

Kamala Harris, la mano derecha de Joe Biden que ‘golpea’ a Donald Trump

La senadora californiana aspira a convertirse en la primera mujer negra y surasiática vicepresidenta de EE.UU.
Kamala Harris

El brazo armado de Joe Biden para derrotar a Donald Trump y enderezar el rumbo errático de Estados Unidos, tiene nombre de mujer : Kamala Harris.
La elección por parte de Joe Biden de quien fuera su rival en las primarias obedece a varias consideraciones. Hay que tener en cuenta que en el panorama político estadounidense los candidatos a ocupar altos puestos, y especialmente en el caso de la presidencia y vicepresidencia de la nación, deben pasar por un proceso de examinación exhaustivo que garantice que cumplen con los requisitos legales para ocupar la posición.
En el caso de Harris, ya pasó por ese trámite al haber presentado su candidatura para la presidencia en el escenario nacional, lo que le dio una ventaja importante con respecto a otras aspirantes consideradas, al abreviar el plazo para poder iniciar la campaña. Otra ventaja de Kamala Harris es que tiene experiencia en el gobierno, tanto en el poder judicial -al haber sido fiscal general en el estado de California-, como en el legislativo -al ser senadora nacional desde 2017-.
Desde el punto de vista histórico, Kamala reúne características que la convierten en una candidata atractiva para varios segmentos de la población votante por configurarse como la primera mujer afroamericana y surasiática en aparecer en la papeleta electoral. Teniendo en cuenta el hecho de que ha sido una voz relevante en la lucha reciente por la reforma policial y activista vocal en la desigualdad racial en Estados Unidos, su elección podría apaciguar los ánimos en las encendidas protestas, que aún siguen ardiendo en diferentes partes del país. Por otro lado, Kamala Harris es una mujer llena de energía, directa, con garras y con uñas, y con 55 años, es exponente de una nueva generación de líderes que no solo renueva el partido, sino que considerando la avanzada edad de Biden (78 años) supone una garantía de continuidad de la labor que emprenda el tándem Biden-Harris, en caso de verse obligada a tomar las riendas.
Aunque muchos hayan vacilado ante el hecho de que Harris es californiana y no trae beneficios a la hora de añadir nuevos votantes (California es un estado mayoritariamente demócrata), es por esa misma razón, que cuenta con poderosos donantes, así como con el apoyo de las grandes compañías tecnológicas de Silicon Valley. Harris es una fuerza de la naturaleza y llama la atención. No solamente es una mujer con carácter y preparada, sino que ya está ganando, desde su primer discurso, un voto importante: el de la popularidad. Desde su uso de calzado deportivo, a sus bailes a ritmo de tambores, a su actitud, que dicho sea de paso, no es de vicepresidenta, sino más propia de una digna ocupante de la Casa Blanca.

La estrategia del cambio

La elección de Harris, aunque era esperada, sorprendió a muchos, entre ellos, aparentemente, a la Casa Blanca quien reaccionó de forma torpe al anuncio. El razonamiento de esta elección se podría resumir en una propuesta de cambios, siendo el más llamativo, quizás, que Estados Unidos está viviendo un momento histórico y el partido demócrata demuestra una visión de futuro inclusiva, muy alejada del panorama de supremacía blanca como ideal estadounidense que, con tanto esmero, ha ido trabajando Trump. Hasta ahora, ninguna candidata negra o de ascendiencia india, había llegado a ocupar ese privilegiado lugar en una papeleta electoral. El hecho de ser afroamericana movilizará a votantes de estados claves como Michigan, Carolina del Norte, Pensilvania, o Wisconsin, equilibrando de esa manera el hecho de ser californiana. Con esta decisión, Biden está dejando claro, además, que no es rencoroso y está dispuesto a poner los intereses del país por encima de rencillas personales. Juntos, Biden y Harris hacen un equipo formidable.

La contienda por la Casa Blanca se recrudece

Desde el momento del anuncio de que la senadora Kamala Harris es la compañera de lista electoral en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre en Estados Unidos del candidato demócrata Joe Biden, la reacción en las redes sociales más conservadoras, medios de comunicación afines al presidente actual, e incluso el mismo Donald Trump, fue inmediata, aunque desorganizada. En la rueda de prensa de la Casa Blanca el mismo día de la declaración, Trump llamó a Harris nasty, uno de los insultos más recurridos del presidente hacia mujeres que lo antagonizan.
Las críticas hacia Harris en los medios, suelen estar dirigidas hacia sus conexiones (que las tiene) con los gigantes de la tecnología de Silicon Valley, su actuación como fiscal general de California, que tuvo momentos brillantes y otros más oscuros, que le granjearon algunos enemigos entre los departamentos policiales, y su forma de debatir que puede llegar a ser abrasiva, pero que le ha otorgado victorias importantes ante los tribunales.
No han faltado los insultos machistas, comentarios sexistas, ni los ataques racistas hacia la senadora.
Sin embargo, Kamala Harris no es de las que se achican ante los retos, sino que más bien parece ser una persona a la que le gustan los desafíos. Los insultos no van a amendrentar a una mujer que aspira a llegar algún día a ocupar ella misma la Casa Blanca, y en los próximos discursos de campaña y debates la veremos plantar cara.

TE PUEDE INTERESAR