Vecinos de Los Gigantes, en Santiago del Teide, han mostrado sus quejas por el abandono que sufren, desde hace más de un año, a resulta de la calidad de agua de abasto en esa zona concreta, al superar la misma los 80 grados franceses, siendo considerada por tanto un agua dura -exceso de sales de magnesio y calcio-, que no solo no es recomendable para el consumo, sino que, además, perjudica seriamente la vida de las tuberías.
Así se manifiesta Rafael Pereira, uno de los vecinos afectados, quien reconoce que “el agua del grifo no se puede beber en Los Gigantes”, mientras se sienten agraviados, con respecto a otros barrios de Santiago del Teide, al disponer todos ellos, “de agua procedente de la desaladora de Fonsalía”, capaz de generar más de 14.000 metros cúbicos diario.
El problema, según Pereira, es que el Consejo Insular de Aguas “no ha abierto la llave” del que denominan depósito del cruce, cuyas obras de mejora concluyeron “hace más de un año y medio”, por lo que considera que el problema es político, por una discusión entre el Ciatf y el Ayuntamiento por el mantenimiento del mismo, sin que en ello tenga que ver la empresa que gestiona el agua en el municipio, Entemanser, que “está cansada de arreglar contadores y llaves por la dureza del agua”, todo lo contrario de lo que pasa con los vecinos Puerto Santiago o Playa La Arena, con agua desalada.
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