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Cáritas concedió en Tenerife más de 6.000 ayudas básicas entre marzo y junio

La entidad también atendió a casi 400 personas sin hogar a través del proyecto de Unidades Móviles de Atención en la Calle, en el norte y sur de la isla

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Una vez que se decretó el pasado mes de marzo el Estado de Alarma en nuestro país, debido a la expansión de la pandemia por la Covid-19, Cáritas Diocesana de Tenerife decidió reforzar sus acciones de atención a los colectivos de mayor vulnerabilidad de la provincia, básicamente lo que se refiere al acompañamiento a familias sin recursos y personas en situación de sin hogar.

El espíritu general de estas medidas pretendía reforzar la misión de Cáritas de atender, acoger y escuchar a los “últimos y más excluidos”, velando por su atención y cuidado. En este sentido, se puso en marcha una línea de atención telefónica de emergencia, cuya actividad cesó el 1 de julio. Durante los más de tres meses que duró el Estado de Alarma, a través de esta línea se atendieron un total de 1.975 llamadas, a las que hay que sumar 265 peticiones de información y ayudas básicas recogidas en las distintas redes sociales y el correo electrónico de Cáritas Diocesana de Tenerife. Esta línea de emergencia fue una de las puertas de entrada de demandas de ayuda en este periodo, pero no la única, ya que la mayor parte de las solicitudes se dirigieron directamente a los puntos de atención de las Cáritas parroquiales, que habitualmente funcionan en el territorio provincial.

Por su parte, la Fundación MAPFRE Guanarteme activó en el mes de marzo su Plan de Medidas de Emergencia frente a la Covid-19, dotado con 1,5 millones de euros, en el marco del cual impulsó la firma de un acuerdo de colaboración con Cáritas Diocesana de Tenerife para llevar a cabo estas acciones. Gracias a este acuerdo Cáritas Diocesana de Tenerife ha podido mejorar la respuesta dada a las familias en algunas de los municipios de la provincia, pudiendo no solo incrementar sensiblemente las cuantías económicas de ayuda, sino también aumentar el número de familias que han recibido atención en estos primeros meses de la pandemia.
Esta iniciativa conjunta ha permitido que, según los recursos disponibles en cada zona o en función de las demandas recibidas, las respuestas a la cobertura de necesidades básicas de alimentación e higiene se hayan desarrollado con diferentes alternativas, que van desde la ayuda en especie con un ‘pack’ de productos, hasta la entrega de vales o tarjetas de compra para establecimientos. Se trata de una apuesta institucional de ambas entidades hacia la dignificación de estas ayudas, apoyándose en herramientas que puedan facilitar la autonomía de las personas a la hora de acceder a cubrir sus necesidades, como son las tarjetas de compra y tarjetas bancarias.
El convenio firmado entre Fundación MAPFRE Guanarteme y Cáritas Diocesana de Tenerife para la prestación de ayudas de emergencia por la COVID-19, ha hecho posible que entre los meses de marzo y junio se entregaran un total de 6.067 ayudas a 1.743 personas y/o familias beneficiarias, con un coste de ejecución de 150.400,20 euros.

Entre los beneficiarios de las ayudas se contabilizaron un total de 382 personas en situación de sin hogar, atendidas a través del proyecto de Unidades Móviles de Atención en Calle (UMAC), situadas en el Norte y en el Sur de la Isla de Tenerife. En el caso de este colectivo, hay que recordar que se trata de un grupo especialmente vulnerable en el contexto de la pandemia de la Covid-19. Dormir en la calle o permanecer en alojamientos temporales inadecuados, los pone en alto riesgo de transmisión y dificulta su acceso a los espacios de higiene y aislamiento. A esta situación se añade que es un colectivo con el agravante de problemáticas previas de salud. No en vano, la prevalencia de enfermedades respiratorias entre la población de personas en situación de sin hogar es alta. Por ello, si contraen el coronavirus tienen más probabilidades de enfermar gravemente y morir.

Del total de atenciones realizadas por la institución, un 25% fueron familias que hasta la fecha nunca habían acudido a Cáritas, siendo el área metropolitana de Santa Cruz de Tenerife y el Sur de la Isla las zonas donde se registraron más demandas de ayuda.

El aumento del desempleo, y las restricciones sanitarias que afectan a los sectores productivos del Archipiélago, nos lleva a pensar que durante los próximos meses las peticiones de ayuda continuarán creciendo. Cáritas aplaude la puesta en marcha de medidas históricamente demandadas como el ingreso mínimo vital o la renta de emergencia, acciones que, no obstante, deben estar acompañadas de otras medidas como una renta “homologada y continua en el tiempo, también revisable y consensuada y asumida” por todos los agentes políticos, económicos y sociales.

“Canarias padece una situación crónica, con una pobreza estructural inasumible, por lo que la entidad diocesana entiende que “lo que más ayuda es “el empleo como vehículo de inserción”, aunque “las rentas ciudadanas, por ejemplo, del Estado con apoyo de las comunidades autónomas, pueden servir para atender ciertas situaciones de exclusión severa”.

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