El método

Se preguntan -y me preguntan- algunos desocupados lectores por el método, a la hora de elegir los temas del puto folio diario. Lo he contado en alguna ocasión, pero vuelvo. Muchas veces me siento ante el ordenador sin el tema y esto es lo más terrible. Otras salgo disparado cuando se me ocurre algo y entonces el artículo se fabrica él solo, en cinco minutos, casi sin mi intervención intelectual, sino como un acto meramente mecánico. Lo difícil es el tema, porque el método ha quedado establecido desde hace años. Mi único mérito como periodista es mi reconocida capacidad de síntesis. El otro, haber leído mucho y muy deprisa; es eso que llaman background. Mi pedigrí parte de Azorín, de Ruano, de Camba, de Umbral, algo de Cela, de Raúl del Pozo (el único vivo) y ahora empiezo con Manuel Chaves Nogales, un periodista del que se acaba de publicar su obra completa (Libros del Asteroide). Ya tengo los cinco tomos y los estoy devorando. Un periodista seguidor de Azaña e imparcial a la hora de juzgar a la II República y a sus enemigos, que murió demasiado joven y exiliado. Otro grandísimo escritor, inspirado relator de la actualidad y honesto periodista. El puto folio no es, en general, una tarea fácil. El autor muchas veces no está de humor para llenarlo, pero aquí no caben disculpas: si has adquirido un compromiso tienes que cumplirlo y procurar no decir tonterías. Una vez que inicias la carrerilla todo sale más o menos bien, pero has de tener en cuenta no repetir ni siquiera las expresiones de artículos anteriores, porque los lectores te calan enseguida. Son muy listos. Yo a Chaves Nogales lo conocía por Ruano, que lo cita alguna vez, y por otros cronistas de su época. Qué bonita es la crónica. Me parece todo un género.