paco santana, componente de piedra pómez

Paco Santana, de Piedra Pómez: “El personaje me supera, cobra vida propia”

Filosofía de la risa en el Aula del Humor: diversión con rigor
Paco Santana, de Piedra Pómez. / DA

Paco Santana, de Piedra Pómez. / DA

El dúo Piedra Pómez imparte clases de filosofía de la risa en el Aula del Humor, que dirige el paraninfómano Paco Santana en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.  

-Muchos años juntos, ¿no?
“Unos cuantos, sí. Nosotros nos conocimos en 1972. Estábamos en la universidad. Fuimos a estudiar a La Laguna y ahí hacíamos boberías que luego serían las que yo llevaría al escenario. El 27 de noviembre de 1987 nos presentamos oficialmente ante el público. Con motivo de las primeras elecciones sindicales en Educación, actué junto a Gregorio Figueras y otro Paco Santana, Lata, un exalumno del instituto Alonso Quesada. Piedra Pómez era el nombre del programa que habíamos iniciado dos años antes en Radio Guiniguada”. 

-¿Qué significado guarda Piedra Pómez?
“Piedra Pómez fue el nombre que yo le puse al programa porque siempre me llamó la atención. Empecé a hacerlo yo solo y después se incorporó un colega. Mi hermano me ayudaba en algunas cosas. Con el tiempo vinieron Gregorio y otro más. Quedamos Juan José Luis Domínguez Gutiérrez, Epifanito, Gregorio y yo. Cuando iba a Ucanca, en Las Cañadas, veía unas piedras enormes que flotaban en el mar. Me pareció un nombre sonoro, por la pronunciación de la p, y, además, era ligera [una roca liviana llena de burbujas de aire], raspaba y quitaba las asperezas”.  

-Y lava conciencias cuando el volcán entra en erupción…
“¡Con un doble sentido!”. 

¿Fefa y Sioni?
“Eran dos personajes que interpretábamos en La Laguna. Tomábamos un buchito de café y nos poníamos a decir disparates con los compañeros del colegio mayor sentados en el suelo, hasta que nos cansábamos. El director era Jerónimo Saavedra, el segundo año. Yo estuve en la directiva del colegio y desde entonces conservo una muy buena amistad con él. En el 88 comenzamos a actuar Gregorio y yo solos. Llevamos El buchito de café a El patio, los viernes en Televisión Española”.  

Sioni y Fefa. / DA
Sioni y Fefa. / DA

-¿El buchito de café hoy como ayer?
“Ese es el título de un espectáculo, un motivo dramático, humorístico, donde puede caber de todo. Fefa y Sioni están al día. Son inagotables”.   

-Una excusa perfecta para el ligue y los chismes…
“Me acuerdo de la visita de la vecina a mi casa en La Isleta. No fallaba: después de comer, a las tres y media. Le daba a la lengua que para qué te cuento”. 

-Una pareja de amigos que se divierten en voz alta…
“Ese lema me gustó desde el principio, porque de verdad es lo que hacemos”. 

Ríete tú!
“Bueno, en ese programa [de Televisión Canaria], Fefa y Sioni están por encima del bien y del mal. Comentan lo que pasa, hablan de lo que les parece. Interactuamos con algún personaje, como Eleuterio [Florido], el de mantenimiento. Y ¡bien!”. 

-¿La persona es abducida por el personaje?
“El personaje te supera, cobra vida propia y cada uno desarrolla un sector creativo. Tienen en común mi cerebro. Me he dado cuenta de que, cuando ejerces el humorismo, inventas un mundo paralelo, falso, ficticio, una especie de alucinación colectiva. Cuando el público lo relaciona con su realidad, su vida, su lenguaje, sus experiencias, se produce una caída y llega la risa. ‘¡Ay, Fefa!, un sombrero de paja’, por ejemplo. ‘Hecho a mano, claro’. A mayor solemnidad, más posibilidades hay de que eso ocurra”. 

-¿Cómo funciona el Aula del Humor en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria?
“El rector Manuel Lobo ideó una serie de aulas culturales y la vicerrectora Jana, Alejandra, Sanjuán me propuso dirigir la del humor. Yo ya hacía de coña seminarios y mesas redondas, aunque eran cuadradas. ¡Vale! Nos propusimos aumentar la competencia humorística de la sociedad y estudiar todos los fenómenos del humor desde todos los contextos posibles. Entonces, en 2005, surgieron los Mártete de risa, los martes. Por el Paraninfo desfilaron ministros, consejeros, el presidente del Gobierno de Canarias en aquel momento, Paulino Rivero, rectores… Los juntábamos con humoristas, con Juan Luis Calero como un colaborador habitual. En fin… De Madrid venía Pepín Tre, con quien coincidí en Falta de ignorancia [Televisión Canaria]. El aula ha sido una manera de tratar la actualidad, la realidad, desde el prisma de la tertulia, del entretenimiento y la diversión, con rigor”.  

-¿Se han grabado?
“No he querido grabarlo. Los que busquen psicofonías en el futuro que me encuentren. Probablemente publiquemos mis discursos inaugurales”. 

-Debe de ser un vacilón intelectual antológico…
“Cuando charlamos sobre el humor y el sexo decimos que somos humorsexuales, porque nos sentimos atraídos por el mismo humor”. 

-Los debates sobre la muerte serán muy vivos…
“Todo el mundo se ríe. La muerte es una materia oscura que motiva un gran interés”. 

-Como catedrático de Griego, licenciado en Filosofía y Letras por La Laguna y en Filología Clásica por la Central de Barcelona, ¿consideras que el humor combina el mito con la realidad?
“El humor es una creación del cerebro humano. Y en los mitos también funciona. Las relaciones mentales que se establecen son liberadoras. Los límites los pone el instinto de supervivencia; pero, cuando estamos solos o en confianza, no nos cortamos un pelo. Hay chistes que van al gimnasio, de lo fuerte que son [risas]”. 

-¿Cuál es más cachondo, el de carácter sexual o el político?
“Según el público y las circunstancias. Unos son paleolíticos de cintura para abajo y el humor político resulta más efectivo con disimulo”. 

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