despuÉs del parÉntesis

Comunistas

La cuestión que se rebate es el Gobierno social-comunista de ahora. Según los señalados, no puede darse en este país una cosa tal. Porque la nación resultó a cubierto por la aguerrida defensa que en tiempos no muy lejanos se consignó; defensa en contra del comunismo que estuvo en pos de devorar a los pueblos del mundo. Y ello no ocurrió gracias al vencido Hitler y a quien lo sucedió, EE.UU. Por lo que no estuvo mal que la gran y señalada potencia operara en contra de Allende y subiera a los altares a Pinochet. Mutatis mutandis, pues se constata que los actuales social-comunistas de aquí apartarán a España (hoy contra el mañana) de seguir siendo una, grande y libre.
Es decir, un total de 73 mandos del Ejército de Tierra se han dirigido al complemento que Franco implantó (el rey, en la actualidad Felipe VI) por si en honor hubiere de intervenir para la ocasión. En la misiva aseguran lo que España sufre. No resisten lo que los votos implantaron; se sustancia el “deterioro”, el hecho de que la “cohesión nacional” corra grave peligro. Y son explícitos: en la “vertiente política”, pues no se asume que Podemos rija al lado del PSOE. España es de derechas y lo menos que cabe es el PP cuando no los patriotas de Vox que esperan. Más, también en lo económico, porque no caben repartos ni subir impuestos. Eso desarmaría la concordia social que la época sagrada regaló.
De esa estima resulta, por tanto, el clamor: Gobierno amparado en filoetarras y en independentistas. De lo cual se deduce que si (por desgracia para ellos) eso que se llama votar libremente resultó inevitable, lo otro ha de atajarse si fuera necesario con punta de bayoneta. O lo que es igual, la dicha democracia en su factor. Habría de prohibirse la actuación de esos grupos y si, por dejadez o despiste, se presentan a las elecciones y obtienen diputados, han de ser reprimidos; no pueden actuar como tales, y mucho menos servir en pactos para (por ejemplo) los Presupuestos Generales del Estado.
En esa trama numantina se dibuja la señal. España en su competencia, sin ninguna contradicción. Han de adecuarse los partidos políticos a la estima. Solo los que confirmen, los otros no. Madrid (de derechas) será el faro que se resista a fin de reintegrar. Por lo cual dicho, ni más izquierdas de lo debido ni soberanistas. Los vascos, los catalanes, los gallegos, los andaluces o los canarios habremos de aprender la lección. España es España; el carnet de identidad así lo expresa, y sin excepción.

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