No podía ser de otra manera. La Nochebuena de este año estuvo a la altura de un 2020 que todos quieren olvidar. La gran pandemia de la COVID-19 arruinó, como a tantos millones de seres humanos por todo el planeta, la fiesta de unos canarios que trocó en una velada mucho más triste de lo normal por dos factores esenciales: las ausencias y el toque de queda.
A buen seguro que en la gran mayoría de las casas isleñas faltó alguien a cenar este 24 de diciembre, empezando por los 398 fallecidos en Canarias directamente a cuenta del coronavirus, aquel sobre del que la opinión pública empezó a tener noticias hace ahora un año.
Pero tampoco se sentaron a la mesa muchos canarios que no han podido volver, por distintos motivos, del resto del territorio español o de países como el Reino Unido o Alemania.
Además, las limitaciones por el auge actual de la pandemia, especialmente en la isla de Tenerife, diezmaron igualmente las veladas en cada hogar, al no poder juntarse más de seis familiares y/o amigos en esta Isla ni más de diez en las restantes.
Aunque sí se notó cierta animación callejera durante el día, la noche se terminó con la cena, a diferencia de otros años, dado que hay toque de queda nocturno en el afán de poner coto a los contagios.
Ese toque de queda se reflejó en los incidentes registrados por el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes)
1-1-2 del Gobierno de Canarias, desde donde se avanza (a la espera de recopilar las estadísticas oficiales) que la jornada fue, lógicamente, la más tranquila que se recuerda.
Lo cierto es que las restricciones especiales para Tenerife están más que justificadas viendo cómo evoluciona la pandemia por estos lares.
Si al principio el resurgimiento de la COVID en la Isla se centró particularmente en el área metropolitana, lo cierto es que el alto nivel de contagios se ha extendido por toda la geografía insular para el espanto de los tinerfeños.
Hoy en día, tanto Santa Cruz de Tenerife como La Laguna, Arona, Granadilla, el Puerto de la Cruz, Los Realejos y Güímar cuentan con unos 200 contagios por cada 100.000 habitantes a 14 días vista, lo que lamentablemente concuerda aproximadamente con la media nacional… y dobla la barrera de 100 que manejaron en su día tanto Reino Unido como Alemania, los principales clientes turísticos de Canarias, a modo de barrera que diferencie los destinos seguros de los que no lo son desde la perspectiva sanitaria.
Incidentes
Sin embargo, no todo fue tranquilidad y sosiego durante la Nochebuena canaria de este 2020, como demuestra la información facilitada desde la Policía Local de La Laguna, cuyos miembros trabajaron duro (como otros servicios de seguridad) en un esfuerzo que se saldó con 15 actas de infracción, de las que 14 fueron por incumplir el toque de queda y la restante para los responsables de un establecimiento que permanecía abierto después de las 22.00 horas.
Asimismo, la Policía Local lagunera, junto a sus compañeros de la Policía Nacional, realizaron durante dicha noche un control de seguridad y tráfico en la rotonda del Hospital Universitario de Canarias (HUC) donde se inspeccionaron hasta 13 vehículos.
Durante dicho operativo se instruyó una denuncia por carecer de seguro obligatorio, además de levantarse otras tres actas por distintos incumplimientos de las medidas de prevención contra la propagación de la COVID-19.
Además, en el control que nos ocupa se localizó a una persona citada por un juzgado de Arona, averiguándose así su domicilio, mientras que dos vehículos fueron inmovilizados por distintas causas.
A la espera de conocer el balance de la Policía Local santacrucera, sus colegas de Las Palmas de Gran Canaria coinciden en valorar la Nochebuena como “tranquila”, con un cumplimiento casi absoluto de las medidas de restricción deambulatoria y la limitación de las celebraciones a grupos de máximo 10 personas.
No obstante, la Policía Local de la capital grancanaria mantuvo un operativo de control durante toda la noche a través de las patrullas de la Unidad Nocturna Especial (UNE) y de agentes del Grupo Operativo de Intervención y Apoyo-Unidad Especial (GOIA-UE), quienes detectaron varios incumplimientos que han sido propuestos para sanción.
Así, dicho operativo se inició durante la tarde del día 24 con la localización e identificación de tres personas que, de acuerdo con las investigaciones realizadas por los agentes, pretendían celebrar fiestas multitudinarias.
Los tres promotores de estos eventos, que no contaban en ningún caso con autorización municipal, tuvieron que firmar un acta elaborada por la Policía Local consistente en un requerimiento de abstención para la celebración de cualquier festejo, con el apercibimiento de poder incurrir en un delito de desobediencia grave en caso de incumplirlo.
Este trabajo preventivo de los agentes se complementó con un control sobre su cumplimiento, comprobándose que ninguno de estos eventos llegó a celebrarse.
Ya durante la noche, los agentes de las patrullas operativas y del GOIA-UE desarrollaron un operativo de vigilancia y control con el resultado de 29 personas denunciadas por permanecer en la vía pública más tarde de la una y media de la madrugada y otras 49 fueron propuestas para sanción por no llevar la mascarilla puesta.
Un control más exhaustivo se realizó sobre el botellón, con la inspección de diversos puntos habituales de concentración de personas para consumir alcohol, detectándose la celebración de cinco botellones y resultando un total de 30 personas denunciadas por beber alcohol en la vía pública.
De los puntos de botellón en Las Palmas de Gran Canaria destaca la intervención llevada a cabo por el GOIA-UE en el barranco de La Ballena, donde 14 personas se encontraban reunidas y fueron sorprendidas por los agentes sin hacer uso de la mascarilla e ingiriendo bebidas alcohólicas.
Igualmente, se tramitaron 19 sanciones por la celebración de reuniones de más de 10 personas, incumpliendo el límite establecido por las autoridades sanitarias para la Nochebuena.
Además del control de las medidas sanitarias, la Policía Local mantuvo el dispositivo nocturno de seguridad ciudadana y respuesta a las llamadas al 092, destacando como incidencias más destacadas la detención de dos personas por delitos de violencia de género y de desobediencia grave a los agentes de la autoridad en los barrios de La Isleta y del Puerto respectivamente, así como un accidente de tráfico con atropello a un peatón en la Autovía Marítima y que está siendo investigado por la Unidad de Atestados.
A pesar de que llaman la atención los irresponsables de turno, la inmensa mayoría de los canarios respetaron las normas sanitarias de prevención, a la espera de que mañana se administre la vacuna a una tinerfeña en Tíncer y comience el fin de esta pesadilla.