Los Presupuestos de la comunidad canaria para el año 2021 han salido adelante en los plazos previstos. Unos Presupuestos con contenidos claramente anticíclicos y expansivos, pero responsables, que ofrecen en el ámbito de nuestras competencias adecuada respuesta a la grave crisis sanitaria, económica y social originada por la pandemia de la COVID-19. Que crecen significativamente en los servicios públicos, así como en inversiones, con especial atención a la construcción de viviendas. Unos Presupuestos destinados a impulsar la recuperación económica y el empleo. Unas cuentas públicas elaboradas sin recurrir a la subida de impuestos ni al incremento del endeudamiento de la Comunidad. Con visión estratégica y sin concesiones al cortoplacismo. Y que confirman la solidez del pacto progresista de Gobierno y su voluntad inequívoca de culminar la legislatura.
La pandemia supondrá este año en Canarias una pérdida de riqueza del 22%, unos 11.000 millones de euros, el doble de lo que significó en cinco años la anterior crisis financiera. Pero las respuestas son bien distintas a las de entonces. En esta ocasión, el sector público es el que está sosteniendo la economía y el bienestar. Más del 50% del PIB del próximo año en el Estado español corresponderá al esfuerzo estatal, de las comunidades autónomas y de las corporaciones locales.
Pese a las numerosas incógnitas que lo condicionaban y que se mantuvieron hasta hace apenas un mes -suspensión o no de las reglas fiscales, la confirmación del mantenimiento de la financiación autonómica sin tener en cuenta el ciclo económico, la aprobación de las cuentas publicas estatales tras varios años de prórrogas presupuestarias…- los distintos departamentos del Gobierno de Canarias han venido trabajando desde antes del verano para garantizar unos Presupuestos imprescindibles para afrontar la actual crisis social, económica y sanitaria. Agradezco el enorme, profesional y fructífero trabajo desplegado por el viceconsejero de Hacienda, Planificación y Asuntos Europeos, Fermín Delgado, y por el director general de Presupuestos, Luis Márquez, y sus equipos, así como el llevado a cabo en la tramitación parlamentaria por los grupos que apoyan al Gobierno: PSOE, Nueva Canarias, Sí Podemos Canarias y ASG. Valoro, igualmente, el tono mantenido por la mayoría de la oposición.
Lamento, eso sí, que, pese a la predisposición de los grupos que apoyan al Ejecutivo a la aceptación de numerosas enmiendas (más de un centenar de las presentadas por la oposición, tanto al articulado como a los estados financieros, lo que nunca había sucedido en el Parlamento), desde la portavocía de algún grupo se recurriera al chascarrillo catastrofista, fruto de la desorientación, de una deriva conservadora y de no saber adaptarse a estar en la oposición.
Los Presupuestos han salido adelante con los votos favorables de los grupos que apoyan al Gobierno y la abstención de Ciudadanos. Hemos conseguido el objetivo y las cuentas públicas entrarán en vigor el próximo 1 de enero. Con más de 8.474 millones de euros de gasto no financiero el próximo año, un 5% más que en el actual ejercicio. El 75% se lo llevan los servicios públicos y sociales, que crecen de forma sustancial. Como también lo hacen, por encima de la media, tanto la inversión, para tirar de la demanda, como las partidas destinadas al apoyo a los diferentes sectores productivos.
La sanidad, la educación y los servicios sociales, las grandes damnificadas de la crisis anterior, las recortadas entonces en efectivos humanos y materiales, continúan en la senda de refuerzo experimentado este 2020, en el que hemos contratado a más de 7.000 profesionales sanitarios y docentes. Habrá 304 millones más que este año, alcanzando los 6.356 millones de euros, es decir, el 75% del gasto no financiero de nuestras cuentas públicas. De ellos, 3.304 millones corresponden a Sanidad, 1.978,8 a Educación y 510 al área de servicios sociales.
Las inversiones también crecen de manera significativa, más de un 17,5%. Se pasa de 1.004 millones a 1.179 millones de euros. Las consignaciones a las políticas sectoriales -comercio, industria, I+D+i, turismo o sector primario…- se incrementan un 22,7%. Y se realiza un especial esfuerzo en vivienda, con 121 millones de euros para superar una década de paralización en un asunto muy sensible socialmente y enfrentar una enorme carencia de nuestra tierra; la vivienda supone, además, como se sabe, una importante generación de economía y empleo. El Servicio Canario de Empleo recibirá 276 millones y las áreas de Justicia y Seguridad contarán con 205. Los ayuntamientos y cabildos recibirán cerca de 700 millones de euros.
Vivimos un momento delicado. En lo sanitario y en lo económico. Una etapa en la que habrá que continuar con el distanciamiento físico, el uso de mascarillas, las normas de higiene recomendadas y la limitación en las reuniones para evitar nuevos contagios, la saturación de la sanidad y la pérdida de vidas humanas. Nuestros datos epidemiológicos se han complicado mucho, con cifras muy elevadas de contagios en la isla de Tenerife, lo que ha obligado a endurecer las restricciones. Las fiestas de Navidad hay que celebrarlas con la máxima prudencia; más que salvar la Navidad hay que privilegiar el salvar vidas y el futuro próximo de la economía y del empleo.
Debemos ser conscientes de las graves circunstancias a nivel mundial, que también nos afectan. La pandemia ha obligado a decisiones drásticas en Alemania o Reino Unido, dañando aún más las negativas perspectivas turísticas de las Islas para estas fechas. La llegada de la vacuna será clave para comenzar a revertir la situación, pero la normalización no se conseguirá de manera inmediata. Nos esperan meses muy duros en los que hay que redoblar la responsabilidad para frenar los contagios. En los que será imprescindible prolongar y flexibilizar los ERTE, aplazar los periodos de devolución y ampliar los de carencia en los préstamos ICO y proseguir con ayudas a empresas, trabajadores y familias.
En esa línea apuntan, afortunadamente, las decisiones adoptadas en la UE, el Estado español y Canarias.
Los Presupuestos que acabamos de aprobar esta semana en el Parlamento canario son unas cuentas públicas expansivas, rigurosas y prudentes dirigidas a reforzar los servicios públicos, así como apoyar a los sectores productivos para reactivar la economía y el empleo. Sus casi 8.500 millones de euros se verán acrecentados por más de 1.000 millones de recursos extraordinarios de los Presupuestos Generales del Estado, de los programas del REF no conveniados y del fondo europeo de reconstrucción. Contribuyendo al objetivo de que en 2021 comencemos a salir del profundo retroceso económico de este año y que se salven empresas y crezca el empleo.
Pero para que ese caudal de recursos se gestione con eficiencia y los resultados sean tangibles, es necesaria la coordinación y la complementariedad entre las distintas administraciones para que cada una asuma sus responsabilidades en función de su ámbito competencial, sin que se produzcan solapamientos y duplicidades en las acciones a ejecutar.
Pero no bastará solo con un año para recuperar lo que teníamos ante de esta pandemia. Resultará más prolongado en el tiempo el camino para construir un futuro autocentrado, sostenible y de equidad social en nuestra tierra. La aprobación del Presupuesto de la UE 2021-2027, el desbloqueo de los fondos europeos para la reconstrucción, las cuentas publicas estatales para 2021 y la llegada de la vacuna, junto a los Presupuestos de la comunidad canaria y las corporaciones locales, y la amplia unidad de la sociedad en el Plan Reactiva, constituyen los más poderosos avales para alcanzar esos imprescindibles objetivos.
*Vicepresidente y consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos del Gobierno de Canarias
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